González defiende una revolución tecnológica de carácter 'incluyente'
El ex presidente critica 'la escasa cultura emprendedora' de la sociedad española
La supervivencia del modelo social que aflore tras los cambios que está originando la revolución tecnológica dependerá estrechamente de su carácter 'incluyente'. Ésta es la tesis que ayer defendió el ex presidente de Gobierno, Felipe González, durante la conferencia que pronunció en el centro cultural de El Monte, en Sevilla, sobre la sociedad globalizada. 'Mientras más incluyente sea esta revolución tecnológica, más sostenible será', dijo.
González aclaró que la defensa de ese carácter no obedecía a una cuestión moral o caritativa, sino a una cuestión de supervivencia del nuevo modelo: 'Si esta civilización nueva no es crecientemente incluyente, vamos a vivir varias crisis sucesivas'.
Los colectivos que luchan contra la globalización económica, donde también incluyó a una minoría de 'frustrados de la izquierda', representan, a su juicio, un movimiento 'serio' que busca alternativas al actual modelo, pero sin cuestionarse su propia existencia. González vaticinó que las posiciones de izquierda de estos grupos confluirán con los analistas que realicen una reflexión 'seria' sobre la sostenibilidad del sistema.
Además de contribuir al éxito del nuevo modelo social, González dijo que las redes de solidaridad permiten 'acortar el sufrimiento que produce todo cambio histórico'. Y el actual, explicó, obedece a un proceso de transición entre dos eras o civilizaciones. Recalcó, por ello, la importancia de acelerar la toma de decisiones para salvar cuanto antes el actual periodo de transición que se ha convertido en 'la primera crisis global de una nueva era'.
Lo que caracteriza, en su opinión, esta nueva sociedad es la interdependencia creciente, provocada por la revolución que ha generado la comunicación a través de la Red. En este marco de crisis económica mundial faltaba 'por globalizar la inseguridad', indicó. González insistió ante el auditorio que la crisis económica ha precedido a los acontecimientos del 11 de septiembre, que sólo sirvieron de 'catalizador'. Aquella fecha, a pesar de no ser el detonante de la recesión económica, ha introducido 'un nuevo elemento en la crisis global que es la inseguridad'.
El representante socialista cree que todos los aspectos relacionados con la seguridad se impondrán en el futuro como algo prioritario en los procesos de producción y puso el ejemplo reciente de las operaciones financieras que se realizan a través de Internet, que han sido paralizadas en parte por temor a la inseguridad: 'En los próximos 10 años todo el sistema de producción de bienes y servicios estará afectado por algo nuevo como la seguridad'. 'Todo lo que es extraño nos empieza a parecer peligroso', dijo antes de censurar aquellas estrategias electorales que persiguen la obtención de votos espoleando el sentimiento ciudadano de inseguridad.
Cultura emprendedora
González, que puso ejemplos de cómo está modificando las relaciones de poder la nueva sociedad digital -citó la quiebra de la tradicional relación entre centro y periferia-, se mostró muy duro con la escasa cultura emprendedora de la sociedad española. A pesar de que considera que el modelo educativo de los países europeos bastante bueno, criticó la 'pasividad' de los estudiantes cuando completan su formación. 'Con 10 años los niños quieren serlo todo, y cuando salen de la universidad quieren ser funcionarios', reprochó. González también dirigió críticas hacia la actitud de los empresarios, a quienes censuró por no vencer el 'corporativismo económico, financiero, político y, con frecuencia, sindical'. A continuación comparó la movilidad experimentada en el mundo económico de Estados Unidos en los últimos 30 años y el continuismo que observa en el sistema europeo.
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