El presidente del PP de Córdoba acusa a Arenas y a Sanz de estar detrás del sector crítico

El presidente del Partido Popular de Córdoba, Enrique Bellido, acusó ayer a su secretario general, Javier Arenas, y al secretario regional, Antonio Sanz, de estar detrás del sector crítico de esta formación, que ha censurado el trabajo orgánico desarrollado por Bellido desde que se hizo con la dirección en el congreso de septiembre de 2000. Bellido dijo ayer a este periódico que 'todos los elementos apuntan a que el secretario general nacional y regional están detrás' de la corriente disidente. 'Su silencio es de complicidad con el otro sector', señaló ayer Bellido. Sanz le exigió ayer a Bellido una rectificación y que sea 'respetuoso' con los órganos de dirección del PP. La dirección regional y Arenas estudiaban ayer las medidas a adoptar.

La crisis del PP de Córdoba está en su punto álgido. La corriente crítica está formada por 12 de los 14 concejales que el PP tiene en el Ayuntamiento de Córdoba, por diputados nacionales, autonómicos y provinciales y por el europarlamentario Juan Ojeda, que se ha puesto al frente de este colectivo junto al portavoz municipal y ex alcalde de Córdoba, Rafael Merino. Precisamente, Merino ha sido propuesto por la dirección nacional como candidato a la alcaldía cordobesa en las elecciones municipales de 2003.

Este grupo elaboró un documento crítico contra Bellido que ha sido enviado a la dirección nacional y a la regional del PP. En él se censuran algunos artículos periodísticos del presidente cordobés en los que cuestionaba el liderazgo de José María Aznar y la política desarrollada por el PP en el País Vasco. También se lamentan de las malas relaciones de éste con Rafael Merino.

El envío de este manifiesto y la celebración, el viernes, de una Junta Directiva Provincial que abandonaron los críticos han provocado que la crisis abierta en el PP cordobés sea irreversible. Bellido y Ojeda han reclamado la intervención de los máximos órganos regionales y nacionales del PP para poner fin a la situación.

Para argumentar la acusación contra Arenas y Sanz, Bellido dijo ayer que las direcciones nacional y regional no han hecho nada para apoyarle desde que el 2 de mayo se reunieran los críticos para elaborar el documento. Añadió que tras el apoyo que recibió el viernes de la Junta Directiva Provincial, aún no ha recibido ninguna muestra de respaldo de Madrid o Sevilla. Este hecho, dijo ayer Bellido, 'induce a pensar que algo tienen que ver', en referencia a Arenas y Sanz.

Reunión frustrada

Además, Bellido señaló que lleva más de dos meses intentando mantener una reunión con Arenas para hablar de la candidatura de Merino a la alcaldía cordobesa y que hasta ahora esa cita no se ha producido.

Sobre Merino, Bellido dijo que ahora le resulta difícil 'ir de su mano' como aspirante a la alcaldía 'después de lo que ha hecho', en referencia a que se ha situado al frente de los disidentes. 'No puedo presentarlo ahora como el mejor candidato' a la alcaldía, comentó el presidente provincial del PP.

Dolido por la situación creada, el presidente del PP cordobés dijo que Arenas y Sanz 'han dejado' que la situación interna del PP de Córdoba 'se pudriera'. 'He perdido la confianza en personas de la dirección regional y nacional, y me duele decirlo', dijo Bellido, que añadió que Arenas y Sanz deberían haber estado desde un principio apoyando a la dirección de Córdoba, 'pero su silencio es de complicidad con el otro sector'. 'Se ha llegado a una situación límite, es lamentable, pero no me voy a callar porque es mejor hablar', sentenció.

Sanz, en declaraciones a este periódico, exigió a Bellido 'respeto' a los órganos de dirección del PP y que la polémica se 'circunscriba a la provincia de Córdoba'. 'Debe rectificar porque la dirección regional y la nacional han sido respetuosos con lo ocurrido', afirmó Sanz. La dirección regional del PP estudió ayer por la tarde, en comunicación directa con Arenas, qué medidas se van a tomar en Córdoba.

La crisis abierta en el PP de Córdoba se precipitó con un documento que Bellido envió a Merino el 25 de marzo de este año, en el que se recoge un 'acuerdo de mínimos' que el presidente propuso como base para las elecciones municipales del año próximo.

En ese texto, Bellido pone sus condiciones para la campaña electoral municipal, entre las que está la dimisión de Rafael Merino como diputado en el Congreso una vez que su candidatura a la alcaldía de Córdoba sea oficial. Pero el punto que tal vez haya irritado más a los críticos se refería a que la dirección provincial se reservaba la designación de los candidatos en la lista electoral municipal en los puestos segundo, cuarto, sexto, octavo, décimo, duodécimo y décimotercero, dejando el resto a criterio del candidato.

Además, el documento recogía que el partido retiraría las asignaciones económicas que ahora abona a sus concejales de Córdoba y diputados provinciales como sobresueldos a la nómina que perciben en sus respectivos cargos. También se establecía un régimen de incompatibilidades para que ningún militante pudiera acaparar más de un cargo público, salvo el de concejal y diputado provincial, que por imperativo legal están relacionados. Bellido quería, además, que la dirección controlara el gasto económico de la campaña electoral.