Una niña de tres años muere al atragantarse con un trozo de salchicha

Una niña de tres años murió al mediodía de ayer asfixiada en Torrejón de Ardoz, al atragantarse con un trozo de salchicha. Los médicos del Servicio de Emergencias y Rescate de la Comunidad de Madrid (Sercam) intentaron reanimarla durante más de 45 minutos, pero al final sólo pudieron certificar su muerte, según un portavoz de Emergencias 112.

Los hechos se produjeron sobre las 14.40 en el número 8 de la ronda del Saliente, en el centro de Torrejón, cuando la pequeña, de origen marroquí, estaba comiendo junto con su madre y sus dos hermanos mayores, de cinco y seis años. De repente, comenzó a tener problemas para respirar. La madre intentó ayudarla, pero al ver que era imposible subió corriendo a casa de unos vecinos. Éstos llamaron al 061 del Imsalud, quien derivó el aviso al Sercam, porque la UVI móvil de Torrejón estaba atendiendo otro aviso en la zona.

Mientras llegaban los facultativos del Sercam, el médico coordinador dio consejos a la madre de cómo reanimar a la pequeña. Los facultativos del Sercam encontraron a la niña en parada cardiorrespiratoria e intentaron reanimarla durante 50 minutos. En este tiempo llegó el padre de la pequeña, que trabaja como albañil en una obra cercana. Al final, los médicos sólo pudieron certificar la muerte.

'La madre subió corriendo pidiendo auxilio y los vecinos nos movilizamos rápidamente para ayudarla, pero no pudimos hacer nada. Han venido incluso el pediatra de la niña y una enfermera del centro de salud, que tampoco han podido hacer nada por salvarla', señaló Rosario Jiménez, una vecina de la fallecida. 'La familia vivía aquí desde hace tres años. Cuando llegaron, la pequeña era un bebé. Siempre ha sido muy cariñosa con todos los vecinos, su pérdida nos ha dolido mucho a todos', añadió.

El suceso de ayer es similar al ocurrido el pasado 19 de marzo en el centro de la tercera edad Luca de Tena (en el distrito madrileño de Arganzuela), donde Millán Moreno Bueno, de 70 años, falleció al atragantarse con un trozo de cordero cuando almorzaba con su familia.