Aznar atribuye a la política de inmigración el desastre socialista

José María Aznar felicitó ayer al presidente francés, Jacques Chirac, por su triunfo del domingo, al tiempo que expresaba su esperanza de que consolide la victoria en la segunda vuelta, y reconoció el gesto político del primer ministro, Lionel Jospin, de anunciar su retirada de la política. En cuanto al análisis de lo ocurrido, el presidente del Gobierno español pidió 'una reflexión sobre las causas', y su ministro de Exteriores, Josep Piqué, apuntó a la necesidad de una política de gran firmeza frente a la inmigración ilegal, que no era la de Jospin.

'Me da la sensación de que algunas reacciones no están bien enfocadas', dijo Aznar. 'Hay que ver las cosas claramente, ya que el voto no es caprichoso, ni cambia de cualquier manera. No es desacreditando a ningún candidato o partido, por extremo que sea, como se atajan las causas ni tampoco evitando ver algunos males que tiene la sociedad francesa'.

Piqué reconoció, por su parte, que se había visto 'sorprendido por unos resultados que reflejan una gran extensión del voto hacia los dos extremos, derecha e izquierda, aunque quizá sea más espectacular el de la extrema derecha'. Piqué indicó que 'todos hemos de hacer un trabajo político para que ese fenómeno no se consolide y, en el caso de España, para que no aparezca con fuerza. Hasta ahora, hemos tenido la suerte de que no haya formaciones políticas de ese signo con apoyo popular, pero debo decir que el riesgo existe, porque así lo estamos viendo en otros países europeos'.

'Por eso', concluyó Piqué, 'es tan importante que hagamos buenas políticas de inmigración, que busquen la integración y la defensa de los derechos de los inmigrantes en España y sean muy firmes contra todo lo que signifique la inmigración ilegal, que está en la base de la sensación de inseguridad que existe en muchos países y por lo tanto en la base del caldo de cultivo político que da lugar a fenómenos como los referidos'.