Puerta grande para Fernando Robleño
Es para ver la alegría con que la gente de San Fernando de Henares sacaba a su torero por la puerta grande de Las Ventas. Y para contemplar la cara del bravo torero izado en hombros y envuelto en la gloria, la mayor para cualquier hombre de luces: salir en la nube que debe saber a cielo, en la plaza que dicen que lo da todo, sobre todo a aquel que ofrece cuanto tiene de artista.
La corrida de El Conde de la Maza fue una escalera en su presentación. Los hubo vareados, cariavacados, veletos, y un algo acapachados, de cuernos que lucían limpios de culpa y remordimientos. Y se comportaron con mansedumbre unos y encastados otros.
Fernando Robleño ya hizo buena muestra de la disposición con la que acudía a su cita venteña en el quite por saltilleras que realizó en el segundo toro. Se echó el capote a la espalda, citó con la montera al toro, y aguantó a pies firmes la embestida que vació por arriba y remató con una revolera muy aclamada. En su primero aguantó el genio y la violencia del castaño en una faena de toma y daca. Las zapatillas clavadas en la arena y el corazón puesto en la pañosa, que cogió, sobre todo al correr la mano en el toreo al natural, por la mitad del estoquillador, como mandan los cánones. Un trasteo de emoción, en el que consintió al áspero toro y donde la seriedad y el mando fueron parejos. Mató por arriba, con agallas y un pundonor encomiable, y se llevó una oreja pedida por aplastante mayoría.
Maza / Taurina, Robleño, Vicente
Toros del Conde de la la Maza, desigualmente presentados, de juego variado; 1º y 6º encastados, 3º con genio. Niño de la Taurina: estocada baja y atravesada (silencio); estocada desprendida y atravesada (silencio). Fernando Robleño: estocada delantera (oreja); estocada desprendida y atravesada a toro arrancado (oreja con protestas), salió por la puerta grande. Iván Vicente, que confirmaba la alternativa: pinchazo hondo en lo alto -aviso- y se echa el toro (ovación); estocada trasera (ovación). Plaza de Las Ventas, 21 de abril. Media entrada.
En su segundo salió a por todas. Comenzó el trasteo por terrenos del siete, de rodillas, en muletazos por los dos pitones que calentaron el ambiente. Luego la faena fue desigual, algo despegada, pero templada cuando al final se puso de frente y uno a uno fue extrayendo muletazos de mérito. Variado en los adornos y otra vez certero en un espadazo irregular, se ganó otra oreja que nunca dejará de saborear y soñar.
Iván Vicente confirmó la alternativa y brindó al respetable una actuación prometedora. Sereno, seguro y valiente, lució un corte de gusto y muy buenas maneras, tanto en el capote como en la muleta. En su primero hubiera conseguido mejores resultados de haber estado más contundente con la espada, después de una faena bien pensada, en la que hubo muletazos comprometidos y poderosos. Y en su segundo, blando y encastado, dejó ver su clase, al recetar muletazos despaciosos y colocarse con el medio pecho por delante y jugar la cintura en el remate. Bien cruzado a modo al citar sobre la mano izquierda. Úna presentación que le avala como matador de toros.
El Niño de la Taurina tuvo un mal lote y una tarde desafortunada. Le faltó sitio y convicción, y le sobraron tantas dudas y cierta tristeza.
Asistió a la corrida la infanta Elena, a la que todos los toreros le brindaron un toro en esta primaveral y calurosa tarde en la que un hombre, que además es torero, salió a hombros y ahora podrá contar a qué sabe la gloria.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.