'Sigue, no te vayas, no nos abandones'

José María Aznar ve 'metafísicamente imposible' presentarse de nuevo a la reelección como presidente del Gobierno o como presidente del PP, y 'muy difícil' incluso seguir como diputado a partir de 2004. Pero los militantes y simpatizantes que acuden a sus mítines no quieren darse por enterados. Ayer se vio muy claro en el teatro auditorio de la Casa de Campo de Madrid, donde hubo momentos en los que ni la implacable organización ni el cuchicheo reprobador de la mayoría de los asistentes lograron silenciar a los jubilados que reclamaban a Aznar a gritos: '¡Sigue, no te vayas, no nos abandones!'.

Aznar apelaba a los proyectos y reformas aplicados durante estos años de Gobierno del PP, sobre todo en comparación con la época socialista, y concluía siempre con el mismo soniquete: 'España avanza'. Entonces, desde el amparo del anonimato de las butacas, una persona, de edad avanzada, le espetó: 'Pues entonces sigue, eso es lo que tienes que hacer, no nos abandones'.

Aznar intentó eludir esa cuestión y no agarró ninguno de esos hilos que le llevan irremediablemente al debate aplazado de la sucesión. Al final, tras prometer nuevas mejoras en educación, la segunda descentralización o una nueva bajada de impuestos, se vio obligado a definirse: 'Y así vamos a seguir. No estamos dispuestos a pararnos ni a caminar lento. Somos un partido previsible con un presidente previsible. Otros tendrán que encontrar su camino. La oposición está alterada y es bueno que no se altere. El PP se llevó 14 años en la oposición. Tienen que madurar, pensar, porque hay un largo camino por delante. Las oposiciones alteradas producen malos resultados, y a los que las hacen dolores de cabeza'.