'La agresiones a los autobuses son salvajes e injustificables'
José Ricardo Martínez, madrileño de 46 años, es miembro del sindicato UGT desde 1982 y ahora afronta su tercer mandato como secretario general en Madrid. Sus principales objetivos para los próximos cuatro años serán defender el empleo y combatir la siniestralidad laboral.
Pregunta. Su tercer mandato comienza en plena huelga de autobuses, convocada, entre otros, por su sindicato y con un laudo a punto de fallarse. ¿Cree que aquí se acaba el problema?
Respuesta. No me puede parecer bien que se haya recurrido a un arbitraje. Había fórmulas para negociar sin tener que llegar a un laudo.
P. ¿UGT acatará el laudo?
R. Lo cierto es que nace mal. Para UGT es prioritario que se retiren los 2.000 expedientes abiertos; de lo contrario, no aceptaremos la decisión. Espero que Jaime Montalvo, el árbitro de este conflicto, tenga la sensibilidad suficiente para darse cuenta de que las reivindicaciones de los trabajadores son justas.
'En Madrid llevamos siete meses perdiendo puestos de trabajo'
'El servicio regional de empleo puede dejar sin sentido a las ETT'
P. Este conflicto ha alcanzado momentos de gran tensión, con ataques a los autobuses.
R. Las agresiones son salvajes e injustificables. Tanto UGT como CC OO censuramos estas conductas y nos gustaría que la policía descubriera a esos salvajes. Nosotros tenemos piquetes informativos, pero no tenemos nada que ver con quienes comenten estas agresiones.
P. ¿Su tercer mandato significa que están todos conformes con la gestión o que no hay nadie que levante la voz?
R. Yo creo que todo está muy bien, lo digo en serio. La primera cualidad que ha tenido esta gestión ha sido que las decisiones las hemos tomado siempre compartidas con la gente, siempre.
P. En Barcelona se eligió a un inmigrante en un puesto de la directiva. ¿Cuándo veremos eso en Madrid?
R. Pues cuando haya un compañero o compañera que quiera y pueda participar en ese nivel. No hay ningún problema.
P. Desde el punto de vista sindical, ¿qué ha ganado Madrid?
R. Un espacio institucional muy importante. Hay una presencia sindical muy fuerte en empleo, en formación, en educación. Eso nos lleva a un ejercicio de responsabilidad muy fuerte.
P. ¿En qué cosas cree que ha fallado UGT? ¿En qué cosas cedió aunque no debiera?
R. No creo que hayamos cedido en nada, al menos tengo esa sensación. Si creyera que hemos fallado lo diría. Creo que en muchos aspectos hemos sido capaces de hacerle entender al Gobierno que lo que decíamos tenía sentido.
P. Desde la confederal, Cándido Méndez ha trazado como objetivo recomponer las relaciones con CC OO.
R. Las relaciones con Comisiones Obreras son estupendas. El abrazo que nos dimos Javier López [secretario general de CC OO-Madrid] y yo era el abrazo entre dos organizaciones leales. Me gustaría que pasara en la confederal también.
P. En este congreso el empleo se ha debatido mucho en todos sus aspectos.
R. A los desempleados hay que buscarles un trabajo y a los que trabajan hay que garantizárselo a través de la formación y de la presión a las empresas. En Madrid llevamos siete meses perdiendo empleo. Y es lógico, porque cuando hay bonanza económica se genera trabajo, pero como no se han creado estructuras de empleo, llega la desaceleración y se pierden puestos de trabajo. Y ya no parece un hecho coyuntural, sino una tendencia. Por eso creemos que se debe hablar de la reducción de jornada y de la semana laboral de cuatro días porque el trabajo va a ser un bien escaso y hay que repartirlo.
P. ¿Usted cree en el objetivo de Ruiz-Gallardón del pleno empleo?
R. No, no creo en ello. A mí me parece una lectura política que quiebran los datos. ¿Con más de 200.000 desempleados, según la EPA, cómo se puede hablar de pleno empleo? Las estructuras no lo permiten. Además, hay una temporalidad muy alta todavía y las empresas de trabajo temporal siguen contratando muchísimo. Para UGT, el pleno empleo es un objetivo, y lo digo claramente, pero aquí no hay condiciones políticas ni económicas para conseguirlo.
P. Si no se han creado las condiciones políticas para un empleo estable, entonces qué ha hecho Ruiz-Gallardón en ese sentido?
R. La derecha cree en un mundo en el que el mercado lo gobierna todo. Y cuando las cosas van bien podría parecer que esto funciona. ¿Qué ha hecho el presidente regional? Pues lo que hacen los gobiernos del Partido Popular: prácticamente nada. Aquí no están llegando suficientes empresas para que puedan asumir la necesidad de empleo en Madrid. Y se está produciendo la deslocalización de muchas de ellas.
P. Los datos sindicales hablan de la pérdida de 5.000 empleos desde 1999 en el sector tecnológico.
R. A las empresas que se van hay que ofrecerles lo necesario para que no se vayan. Y eso es mantener el empleo.
P. Pero hay empresas que se subvencionan y aun así se van.
R. Porque no hay compromisos. Cuando subvencionas tiene que ser con un compromiso de empleo y de mantenimiento de empleo durante un plazo establecido. Si subvencionas y regalas y no arrancas compromisos, trincan la subvención y se van.
P. En el Servicio Regional de Empleo [el Inem regional] van a estar implicados el Gobierno, los sindicatos y la patronal. ¿Cómo cree que funcionará este experimento?
R. Necesitamos que funcione bien. Nosotros hemos creído a muerte en este organismo y creemos que va a funcionar. Sólo falta que los empresarios lleven sus necesidades de empleo al servicio y no a las ETT. Que cuando vayan encuentren trabajadores cualificados y formados. Yo creo que va a ser un éxito.
P. ¿Pero cómo se combaten las ETT si legalmente no hay demasiado margen de maniobra?
R. Estamos en ello. Ya en el pasado presentamos 33 denuncias contra ETT. Creo que se ha paliado un poco esa proliferación que había antes. Si ahora conseguimos que los empresarios lleven su oferta de empleo al Servicio Regional, éste puede dejar sin sentido a las ETT.
P. Se está a un paso de firmar el Plan Director de Riesgos Laborales, pero la patronal se niega a que una comisión tripartita vigile las obras. ¿Cómo ve ese rechazo?
R. Ellos son conscientes de que están incumpliendo lo incumplible en las obras de construcción. Que hasta hace quince días la patronal se haya negado a que aparezcan en el plan director las 17 medidas adoptadas por la Asamblea es una cosa espectacular. Ellos creían que el plan tenía que ser lo de siempre: información, formación, sensibilización. Es decir, nada. Pues nosotros queremos todo eso y queremos sanción.
P. En ese sentido, ¿qué supone la creación de un área en la fiscalía para el seguimiento de los delitos laborales y de riesgo?
R. El que los empresarios que incumplen puedan ir a la cárcel es un elemento de presión muy serio y muy eficaz.
P. Pero los empresarios suelen salir muy bien parados en lo que a siniestralidad laboral se refiere.
R. Es que el Gobierno, aunque ha estado preocupado, ha intentado convencer demasiado tiempo por las buenas a sus amigos de la CEIM (la patronal madrileña) de que esto había que solventarlo. Y cuando llega el momento en el que se dan cuenta de que esto ya no puede seguir así deciden pasar del convencimiento amistoso al ejercicio de la responsabilidad política de un gobierno. Pero se han perdido muchos años.
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