Marruecos insiste en 'examinar varias cuestiones con España'
El empeño marroquí de aclarar con España 'varias cuestiones' antes del regreso a Madrid de su embajador, Abdesalam Baraka, y la negativa española a abordar esos asuntos antes de que éste se reincorpore a su puesto está dificultando la normalización de las relaciones entre Rabat y Madrid.
El Gobierno marroquí coincidió el jueves en la necesidad de 'examinar varias cuestiones en suspenso' con España antes de reenviar a su embajador a Madrid, según informó ayer el diario Le Matin, cercano al palacio real. El rey Mohamed VI llamó a consultas a Baraka el 27 de octubre pasado para poner de manifiesto su descontento con la actitud del Gobierno español con Marruecos.
El Consejo de Ministros marroquí recalcó además que en España 'existe comprensión sobre las demandas formuladas por Marruecos'. Aludía a las declaraciones conciliadoras que 48 horas antes había hecho el ministro de Exteriores, Josep Piqué. Éste reconoció que había que hablar con Marruecos del Sáhara para normalizar la relación.
Cuarenta y ocho horas después, el presidente del Gobierno, José María Aznar, dejó claro en Onda Cero que él no estaba en esa tesitura. 'Nosotros', subrayó, 'no tenemos que aliviar ninguna decisión ni ninguna situación que no hemos tomado ni hemos provocado, y es el Gobierno de Marruecos el que, si lo tiene a bien, debe decidir que el embajador vuelva'.
La prensa marroquí destacaba ayer las 'declaraciones contradictorias' de Aznar y Piqué. 'El tono del jefe del Gobierno es muy diferente', lamentaba Aujourd'hui le Maroc. 'En los círculos políticos marroquíes se atribuye la responsabilidad del agravamiento de la situación al mismo Aznar', añadía As Chark el Ausat.
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