_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Al sur de Tarragona

Aunque las comparaciones son odiosas, la cobertura informativa de las dos víctimas ferroviarias de Torredembarra han oscurecido los 110 muertos en la carretera de la Semana Santa. En homenaje de todas ellos, hay que proseguir con el debate de la movilidad sostenible.

Decía el editorial de EL PAIS del 1 de abril, referido a este accidente: 'El riesgo que suponía la circulación por las mismas vías de trenes regionales y trenes de velocidad alta, que alcanzan los 220 kilómetros por hora, ya fue advertido cuando se proyectó el Euromed. Los alcaldes de Tarragona y de una decena de municipios del litoral manifestaron entonces su oposición a que un tren de velocidad alta atravesara sus poblaciones y exigieron que se construyera una línea específica, más alejada de la costa y de los centros urbanos'.

No hay que ser un experto en gestión ferroviaria, para entender la dificultad de compartir sobre una misma plataforma, una larga distancia rápida, con otros tráficos tan básicos e importantes como las cercanías y las mercancías. Separarlos parece lógico, sólo es cuestión de dinero.

Seguramente alguien caerá en la tentación de argumentar que con el AVE, el accidente de Torredembarra no se repetirá, ya que en pocos meses habrá una instalación que separará los distintos tráficos. Desgraciadamente para la Comunidad Valenciana, este argumento sólo es cierto al norte de Tarragona; incluso hay que recordar que el Cataluña Express, con el que chocó el Euromed, venía de Tortosa, que comparte con los valencianos estar al sur de la antigua Tarraco. Con los proyectos de Fomento en la mano: 'De Castellón hasta el sur de Tarragona se pretende poner en marcha una vía polivalente, de forma que puedan circular unidades de cualquier ancho de vía, usando el actual y saturado corredor. Desgraciadamente, un inevitable cuello de botella para el futuro de las comunicaciones ferroviarias entre Cataluña y la Comunidad Valenciana' (EL PAIS 20-I-2002, disculpas por la autocita). Es un debate clave para nosotros.

Volviendo al editorial: 'El accidente de Torredembarra es una dramática evidencia de las insuficientes infraestructuras ferroviarias del corredor del Mediterráneo, en buena parte consecuencia del diseño radial de las comunicaciones'. Es inexplicable la incapacidad, del Gobierno central y de los autonómicos de la Comunidad Valenciana y de Cataluña, para conseguir un proyecto coherente para el eje mediterráneo. En particular parece como si lo que ocurra al sur del paralelo de Tarragona fuera otra realidad.

Una vez más, el triángulo básico de las tres capitales españolas, se rompe por la conexión Barcelona-Valencia, aunque, cierto es, siempre podemos recurrir a una autopista donde poner el coche a tope, a pesar que muchos voten por modelos de movilidad sostenible.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La frontera ferroviaria de los valencianos ha pasado de Port-Bou al paralelo de Tarragona. ¡Un flaco consuelo!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_