Primer título para Maryland

Los Terrapins de Maryland consiguieron frente a Indiana (64-52) el primer título universitario de su historia, y lo hicieron con un buen equipo, pero sin jugadores como los míticos Len Elmore, Buck Williams o Len Bias, por citar a algunas estrellas que terminaron sus carreras sin un campeonato nacional de baloncesto. Pero, si Maryland no tiene ninguna figura que apunte a estrella de la NBA, Indiana pareció un admirable equipo integrado por jugadores mediocres. El mejor, Jared Jeffries, fracasó en la final y dejó muchas dudas sobre su supuesta capacidad para integrarse la próxima temporada en la NBA. Por físico y por juego, está a años luz de las exigencias de la Liga profesional.

Maryland ganó porque disponía de más talento, más banquillo, más kilos, más centímetros. En todo superaban a Indiana. Resultó sorprendente la terca resistencia de Indiana a admitir su inferioridad, porque no disponía de otro recurso que los triples. Vivió de los triples durante todo el partido porque no podía jugar en el poste bajo ni correr. Como suele ocurrir con los equipos que viven y mueren con sus tiros en suspensión, Indiana murió cuando comenzó a decrecer su porcentaje de acierto en los lanzamientos. No podía hacer otra cosa un equipo que había superado ampliamente su nivel de competencia. Su historia, la de un equipo que supera todas las eliminatorias con el mínimo de calidad en sus jugadores, cautivó a los aficionados norteamericanos, pero se desvaneció frente a Maryland, cuya superioridad tardó en reflejarse más de la cuenta.

Finalmente, el escolta Juan Dixon salió de un atasco de 20 minutos y acabó con el sueño de Indiana. Dixon, un maravilloso jugador universitario que tendrá una vida mucho más dura en la NBA, anotó 18 puntos, pero fue especialmente decisivo en el capítulo defensivo, con cinco robos de balón. A su lado, el orondo Lonny Baxter y el prometedor Chris Wilcox apabullaron a los frágiles hombre altos de Indiana.