Valencia vuelve a la hierba artificial

El deporte valenciano, tan boyante en disciplinas como el fútbol, el baloncesto y el balonmano, tendrá la próxima temporada un nuevo compañero de aventuras, el hockey hierba. Por primera vez desde 1932, un club valenciano, el Valencia CH (club de hockey), jugará en la División de Honor, después de clasificarse para el ascenso a falta de tres jornadas para que acabe la Liga en Primera División. Y lo ha hecho con nota: es el máximo goleador (64 tantos) y el menos goleado (13) de su grupo, y el único equipo invicto en todas las categorías nacionales de hockey hierba en España.

El premio puede ser todavía mayor. El próximo abril se jugará en una liguilla de dos fases -una en Valencia- el ascenso a la División de Honor A, la que reúne a los 10 mejores equipos de España. Si no lo consigue, se curtirá en la División de Honor B, para la que ya tiene garantizado un puesto.

La historia del Valencia CH es casi tan antigua como la del mismo Valencia Club de Fútbol, del que fue sección deportiva hasta que Francisco Roig, en 1994, la eliminó cuando llegó a la presidencia de Mestalla. Lo mismo hizo con la natación, la halterofilia y el atletismo, que poseía uno de los mejores clubes nacionales. Todo para potenciar económicamente al fútbol, que se llevó todo el dinero. 'Valencia peca de querer empezar la casa por el tejado. Quiere tener equipos de élite, pero ha descuidado la base y las instalaciones municipales', dice Paco Martínez, entrenador del Valencia CH desde 1989, y profesor de educación física.

Tras el desaire de Roig a las secciones deportivas del Valencia, el hockey hierba tuvo que buscarse la vida en una ciudad con una antigua tradición en este deporte. 'En los años treinta y cuarenta había en Valencia muchos equipos de hockey, a la altura de Cataluña, y a los campos iban casi 5.000 personas. Luego todo eso se perdió', afirma Martínez, que lamenta la situación actual: 'Siempre tenemos dificultades económicas, aunque recibimos ayudas del Ayuntamiento y las federaciones. Hay que buscar ingresos extra, y no tenemos patrocinador. Todas las empresas se van al fútbol'. Ningún jugador es profesional en el Valencia CH, ni en la mayoría de equipos de hockey en España, en los que no ha entrado todavía el dinero con fuerza. Los jugadores del Valencia estudian o trabajan, y se entrenan de noche, tres días a la semana, en los campos de hierba artificial de El Saler y el cauce del río Turia. El Ayuntamiento de Valencia cede estas instalaciones y subvenciona parte de los desplazamientos del equipo, que estudia ahora la posibilidad de formar parte de la Asociación de Clubes Deportivos Valencianos.

Los jugadores, incluso, han de pagar una pequeña mensualidad por jugar, y comprarse ellos mismos la equipación. La plantilla tiene una media de edad de 23 años, y por ella han pasado toda clase de jugadores extranjeros que trabajaban o estudiaban en Valencia: alemanes, holandeses, italianos, ingleses y paquistaníes, de países donde el hockey es muy practicado. En la actualidad, un inglés y un internacional portugués completan una plantilla formada por gente de la casa, como los delanteros Carlos y Jorge Escribà, de 22 y 17 años, respectivamente. El club cuenta también con un equipo filial, que juega la Segunda División, autonómica, y un conjunto juvenil.

Los encuentros locales se juegan en El Saler los domingos por la mañana, y son gratuitos para los aficionados, que no suelen llegar al centenar -hay unos 60 socios-. El Valencia CH juega en un campo de hierba artificial, pero su deseo de llegar a la élite, a la División de Honor A, se ve lastrado por otra carencia: necesita un terreno de hierba artificial con agua, en lugar de arena, para acceder a esta categoría. Es la promesa de las instituciones públicas, pero aún no es una realidad. Sin ese campo, el club no podría jugar en la élite, o tendría que hacerlo en Alicante, Madrid o Barcelona. Valencia perdería de nuevo una tradición muy antigua, la del hockey en hierba artificial.