Cuenta atrás por el título

La Liga entra en su recta final. Con siete jornadas sólo por delante, los tropiezos empiezan a dejar heridas. Sobre todo por arriba. Por abajo, también, pero en las cuentas de los afectados, ocho equipos enredados en el minúsculo margen de cuatro puntos, no se castigan tanto los errores; más bien se premian los aciertos. En la zona alta se suma de manera diferente: la victoria es una obligación, el empate un contratiempo y la derrota, casi, casi, una sentencia. El título parece cosa de tres. Del Real Madrid (56 puntos), que visita al Sevilla; del Valencia (56), que viaja a Tenerife, y del Deportivo (54), que se las verá con la Real en Anoeta. Sólo un pinchazo múltiple devolvería a la pelea a otros equipos, Betis (51), Celta (51) y Barcelona (50), que andan al acecho sin alzar todavía la bandera blanca.

Son tiempos de cábalas, en todo caso, de calculadora en la cabeza para situar la cifra de puntos exacta detrás de la que se esconde el trofeo. En todos los vestuarios se hacen cuentas, pero tan inútilmente, metidos de lleno en la Liga más imprevisible de la historia, que la conclusión es casi unánime. 'No sabemos los puntos que vamos a necesitar; lo mejor es ir partido a partido e intentar ganar todos'. Lo dijo Del Bosque, pero cuélguenle a la frase el apellido que quieran. Con esa mentalidad, y aparentemente curado de su enfermedad visitante, el Madrid tratará de aprovechar el bajo momento del Sevilla. Lo hará probablemente sin Figo, que no acaba de superar su lesión, pero con Solari, un actor secundario que pasa por un momento de gracia, y con un dibujo mejor, más compensado el centro del campo: Makele, Helguera, Solari, y Zidane de enganche.

El Valencia visita Tenerife, donde le espera un equipo en situación de alarma y un entrenador, Javier Clemente, cabreado por las salidas nocturnas de algunos de sus jugadores: 'No le arranqué la cabeza a alguno por el canto de un duro'. El Valencia se tiene también a sí mismo como rival. A su carácter, puesto últimamente entre interrogantes; a las dudas que en forma de banquillo su entrenador todavía coloca sobre Pablito Aimar, el hombre clave del Valencia en este arreón final del campeonato, y a sus problemas defensivos, con Djukic y Marchena obligados a cubrir las bajas de Ayala y Pellegrino.

Por detrás, el Deportivo, el equipo del mes, visita a un adversario en alza. Desahuciado hace un par de semanas, la Real Sociedad parece otro desde la salida de Toshack y la llegada de Olabe, el entrenador milagro. Para colmo de males, Irureta no cuenta con Scaloni, el salvador de la última jornada, ni con Tristán, la joya del equipo junto a Valerón. ¿Sobrevivirá el Depor sin su sociedad mágica?