Lo que pasa en el Aquarium

Cuando en marzo de 1999 la Junta Directiva de la SOG decidió convocar nuevas elecciones, tras los ceses que se habían producido, un grupo de socios del Aquarium de San Sebastián decidimos presentarnos porque no veíamos clara la línea que D. Vicente Zaragüeta, presidente en funciones en ese momento, proyectaba para el futuro de la SOG.

Nosotros planteábamos un plan de riguroso control de gasto, con una estructura de 25 personas, dirigido a la consolidación del nuevo proyecto y al afianzamiento de la Sociedad de Oceanografía de Gipuzkoa como elemento dinamizador de la divulgación e investigación marina en Guipúzcoa, y por qué no en Euskadi.

23 votos de diferencia decidieron entregar esta responsabilidad a la actual Junta Directiva y nos encontramos con un proyecto, a nuestro entender, que no tenía nada que ver con lo que había sido el espíritu de la SOG.

La estructura, en estos años, se ha desbordado hasta contar con 61 personas en diciembre de 2001. Los presupuestos, a los que hemos ido planteando profundas discrepancias, nos han llevado a una situación cada vez más complicada.

Hemos advertido en las tres Juntas Generales que se han celebrado desde las elecciones, que a nuestro entender este camino nos llevaba a una situación muy delicada si no irreversible. Hemos planteado soluciones tendentes a sanear la economía de la SOG. Hemos mostrado nuestra disconformidad cuando se tomaron decisiones como la de cerrar las piletas de peces del viejo Aquarium, sin dar otra alternativa que la subida de los precios de las entradas. Hemos intentado crear puentes tendentes a llegar a acuerdos que permitiesen variar un rumbo que nos llevaba al desastre.

La situación en los últimos meses se ha desencadenado de una forma alarmante. El secretario presenta la dimisión en Junio. La Junta Directiva, por un margen mínimo, decide el despido de la Gerente. El Tesorero y una vocal presentan la dimisión. Y finalmente la Junta Directiva o lo que queda de ella no acepta las cuentas presentadas por la Gerente y el tesorero y encarga una auditoría.

A día de hoy los socios no han tenido una sola explicación de todos estos acontecimientos. No conocemos los resultados económicos del año anterior. La Junta está bajo mínimos, el quórum es de 5 y uno de ellos vive fuera largas temporadas.

Hemos intentado, hace unos días, tender puentes y no se nos han aceptado, por ello, volvemos a hacerlo, en esta ocasión de forma pública.