Antonio Hernández busca el 'cuidado por la forma y un fondo dialéctico' en el poemario 'El mundo entero'
El poeta y novelista Antonio Hernández (Arcos de la Frontera, 1943) fue el ganador del Premio Rafael Alberti de poesía en 2000. El libro galardonado, El mundo entero, ha tardado un año en ver la luz, en la editorial sevillana Renacimiento. 'Ha valido la pena a medias', se quejó Hernández, 'ya que Renacimiento estaba obligada a sacar una edición con el sello del patrocinador, Unicaja, y otra destinada a la distribución. Ésta no ha salido, por lo que de momento no hay ejemplares en la librería'.
En el plano estrictamente poético, Hernández explicó: 'El mundo entero es un pedazo de mí y por tanto del Cádiz que llevo dentro, el cual está comprendido en las proximidades de la calle Brasil, en el Paseo Marítimo. Allí fui testigo de esa lucha de contrarios entre el dinamismo y lo estático, la fealdad y la belleza, la libertad y la opresión... en resumen, entre Dios y el demonio, que se complementan según se encuentre el ánimo y el espíritu'.
Desde el punto de vista formal, la obra aspira a lo que el arcense llama 'poesía total', esto es, 'un cuidado por la forma y un fondo dialéctico' en el que juegan un papel importante el lenguaje de los medios de comunicación y la jerga popular.
Autor de una importante producción en verso (Lente de agua, Sagrada forma) y en prosa (Nana para dormir francesas, Sangrefría), así como varios volúmenes de ensayo, Hernández ultima en estos días una nueva novela.
Por su parte, José Manuel Benítez Ariza (Cádiz, 1963) acaba de editar en Pre-Textos su poemario Cuaderno de Zahara, que será presentado hoy en la Casa del Libro de Sevilla. El libro, inspirado en las vacaciones del autor en la sierra gaditana, insinúa un leve cambio en las líneas habituales de su poesía.
