El Valladolid sueña de nuevo tras detener al Athletic

Una jugada a medio camino entre la genialidad y el coraje determinó el sentido de un choque trabado. Tote recogió un balón enviado desde la banda, forcejeó de espaldas, se quejó del agarrón y cuando nada había que hacer soltó un remate de rabona que tocó en Lacruz y se fue a la red. Hasta entonces el vacío futbolístico había sido la pauta general, algo inesperado, porque el Athletic tenía al alcance de la mano la Champions. Pero Heynckes despachó su visita a Valladolid con un planteamiento más que rácano.

Con todo, el Athletic inició el partido con un punto de intensidad elevado y pronto se arrimó a Ricardo pero, pasados unos minutos, vista la eficacia de Caminero y su gente en el centro de la defensa, y que el Valladolid tenía un puñal en Fernando Sales, el Athletic se puso a pensar en otros modos de llevarse la victoria y se retiró de las posiciones ofensivas.

Los grandes perjudicados fueron Tiko y Urzaiz que perdieron toda la ascendencia que desaparecieron definitivamente. El Valladolid tuvo que ocuparse de hacerlo todo, pero el colapso en su centro del campo fue enorme. Así que el gol de Tote rescató el fútbol y puso en evidencia al Athletic, incapaz de conectar más de tres pases seguidos. El Valladolid se limitó a hacer lo que sabe hacer, colocó a Eusebio en el campo para ganar la batalla del control y se marchó con tres puntos que le vuelven a meter en la lucha por Europa.