Raúl pide 90 minutos

Raúl corta con la mirada y dice: 'Ya he respondido a esa pregunta'. No quiere repetirlo. Pero la cuestión del millón va y viene. ¿Está en condiciones físicas de jugar los 90 minutos después de dos semanas de baja por una contractura muscular? 'Si estoy en la lista del entrenador es porque estoy totalmente recuperado', aduce; 'esta semana me he encontrado muy bien y, aunque me he entrenado un solo día con el resto del grupo, mis sensaciones han sido buenas'. Esto, en el lenguaje de subterfugios del fútbol, significa que Raúl pide paso a gritos. Sería una sorpresa que hoy (20.00, Teletaquilla) no reapareciera ante el Alavés.

Raúl regresa después de tres partidos de ausencia -dos victorias y una derrota- a un Madrid preocupado por cuatro detalles. El primero, la salida del balón. El segundo, la precisión en el pase. El tercero, las faltas técnicas, un arma a la que los contrarios suelen echar mano para frenar a jugadores omo Zidane. Y el cuarto, el cansancio, mental o físico. Esto intriga a los jugadores.

'Tendremos que dominar el balón desde el primer momento', advierte Raúl, consciente de que la fatiga es producto sobre todo de la falta de fluidez que muestra el equipo en los últimos tiempos.

Raúl, que, con Casillas, sigue siendo el jugador de la plantilla que suma más minutos en la Liga -2.160-, puede aportar dos factores fundamentales: dinamismo y nuevas vías de pase en un medio campo que da signos de atasco. 'Nadie tiene el umbral de sufrimiento más alto que Raúl', dice un técnico, asombrado por su capacidad de sacrificio. McManaman, que hoy sustituirá a Figo, lesionado, opina más allá del gol: 'Raúl no sólo marca en casi todos los partidos. Lo que le hace superior es que conoce la dinámica del juego'.

La salida del balón es la otra gran cuenta pendiente. Para salir del atolladero, Roberto Carlos apela al pelotazo. Solari lo refrendó ayer. 'Ante la duda, hay que pegarle de punta y para arriba', dijo en referencia a la necesidad de no arriesgarse a perder la pelota cerca de la portería de Casillas cuando el contrario presiona.

Mientras tanto, el técnico del Alavés, José Manuel Esnal, Mané, piensa abrir brecha en los puntos flacos de su rival. Para ello introducirá cuatro cambios con dos ideas centrales. Una, recuperar el balón: Turiel y Astudillo serán los encargados. Otra, conservarlo mediante la sociedad Pablo-Witschge. El Alavés pretende hacer daño en la estrategia, principalmente en los remates de cabeza, a pesar de que le falta Coloccini.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Hierro, Karanka o Pavón, Roberto Carlos; McManaman, Makelele, Helguera, Zidane; Raúl y Morientes.

Alavés: Kike; Geli, Karmona, Téllez, Ibon Begoña; Turiel, Pablo; Astudillo, Jordi Cruyff, Witschge; y Rubén Navarro.