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'Pienso más como jugador que como portero'

Germán Mono Burgos (Mar de Plata, 1969) parece un excéntrico rockero escapado de la portada de algún viejo vinilo de los años setenta. Un tipo raro en el cuadriculado mundo del fútbol. El portero del Atlético de Madrid es un hombre extravertido que traslada esa acusada personalidad, esos arrebatos de protagonismo, al césped. Sin embargo, también se considera un jugador responsable, obsesivo en el trabajo y maniáticamente centrado en su profesión. La música, su otra pasión -dos discos en el mercado- la tiene, confiesa, un poco 'aparcada'.

Pregunta. ¿Por qué arriesga tanto con su manera de jugar?

Respuesta. Yo pienso que el portero ha cambiado de estatus desde que se modificaron las reglas. No podemos usar las manos. Ahora somos una figura nueva, el portero-jugador. Y la parte de jugador es tan importante como la de portero.

'Mis nenas me dicen que qué haré cuando sea viejo: Seré un viejo gilipollas con tatuajes'

P. Pero reconocerá que a veces su manía de jugar el balón con los pies ha supuesto un perjuicio para su equipo.

R. Lo que yo hago en el campo son cosas que uno va haciendo. Son improvisaciones. No tengo en mente antes del partido ponerme a gambetear todo lo que se pone por delante.

P. Pero lo hace.

R. Soy un jugador más de campo. En realidad, pienso más como jugador. Me encanta el cambio de las reglas. Me gusta jugar más fuera, pero la gente se cree que lo hago porque me da la gana y no es así. Luis [Aragonés] me lo manda.

P. No negará que Luis Aragonés se ha enfadado alguna vez con usted.

R. Ya, pero es que improviso, no lo hago de manera premeditada. Además, sé lo que hago y tengo experiencia.

P. ¿Cree que la labor como comunicador del portero es esencial en el juego?

R. Sí, el portero es la cabeza del equipo. La columna vertebral de un equipo de fútbol son el 1, el 2, el 5 y el 9 [el portero, el defensa central, el mediocentro y el ariete]. El resto son extremidades. El portero es el que ordena.

P. ¿La defensa confía en usted?

R. Nunca duda de mí la defensa. De eso te das cuenta cuando no miran para atrás.

P. A veces tiene usted un aspecto agresivo bajo los palos.

R. Eso es la mirada del tigre. El portero tiene que tener una mirada de ferocidad e intuición, como la que utiliza el tigre para cazar. A veces nos pasamos 20 minutos sin tocar la pelota, sobre todo en equipos grandes a los que se les hacen pocas oportunidades, y hay que tener mucha concentración.

P. ¿Quién fue su ídolo?

R. Mi ídolo siempre fue Gatti [portero del Boca Juniors en los setenta y ochenta]. Gracias a él, empecé a creer que el puesto de guardameta no es un puesto de sufrimiento.

P. ¿Por qué portero?

R. Me hice portero a los siete años, pero luego jugué de central. Quizá por eso tengo habilidad en los pies.

P. ¿Quién fue su maestro?

R. Timoteo Griguol fue el creador de la bestia y en 1984 también me ponía a jugar de central para que cogiera habilidad y comprendiera a los defensas.

P. ¿Por qué juega con pantalones largos?

R. Porque hace un frío de cagarse.

P. Usted parece un futbolista atípico, con otros intereses fuera del mundo del balón.

R. A Griguol le debo todo. La carrera de un futbolista se acaba por lo que sea: por una lesión, por una cuestión biológica o porque un día dices 'se acabó, no tengo ganas'. Y Griguol me enseñó lo importante que es tener otras cosas además del fútbol. Me enseñó a cultivarme. Estudié para profesor de inglés y me quedé a un año de acabar.

P. ¿Piensa en la retirada?

R. La retirada es muy dura y la adrenalina que genera el fútbol yo sólo la puedo equiparar a la de dar un recital de rock, con la comunión que tienes con toda la gente. Si no puedes hacer eso es como si te apagaran, como si se apagara la tele.

P. Además de rock, ¿que música escucha?

R. Me encanta el blues, porque era la música de los esclavos en el campo. También los espirituales negros.

P. ¿Cuál es su canción favorita de los Rolling Stones?

R. De los Rolling me quedo con un montón de temas. Ahora elijo (I can't get no) satisfaction.

P. ¿Y el próximo concierto de su banda de rock?

R. Ahora tengo el grupo parado, con los músicos en Argentina. Además, no me gusta mezclar. La música es de noche y el fútbol de día. No se pueden compatibilizar. Yo soy muy obsesivo y si hago fútbol hago fútbol. Me tengo que cuidar mucho para poder hacerlo.

P. ¿Y los tatuajes?

R. Me los hice hace bastante. A veces, mi mujer y mis nenas me dicen que qué haré cuando sea viejo y yo les contesto que seré un viejo gilipollas con tatuajes.

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