Dos traficantes que estafaron a 200 inmigrantes afrontan 14 años

Ernesto O. P. utilizó a su madre y a su hermana para dar de alta la ONG Néster Sin Fronteras. La tienda de fotos que tenía y la ONG fueron tapadera para, durante varios meses, tramitar permisos de trabajo con ofertas de empleo inexistentes, con certificados médicos expedidos por un médico que nunca vio a los inmigrantes sin papeles que solicitaban trabajo. El fiscal pide entre tres y 14 años de prisión para los cabecillas de la organización, que engañaron, según el ministerio público, a más de 200 personas.

La tienda de fotos estaba ubicada estratégicamente, a muy poca distancia de la Oficina de Extranjería de la Delegación de Gobierno de Valencia. Ernesto O.P., 'con ánimo de enriquecerse injustamente y sabedor de la imperiosa necesidad y precariedad económica de la mayoría de los inmigrantes que transitaban por la zona', decidió idear un operativo para captar a inmigrantes sin papeles a los que tramitar sus permisos previo pago y con propuestas de trabajo falsas al amparo de la ONG Néster Sin Fronteras, que dio de alta con la ayuda de su madre y su hermana.

Según la calificación fiscal, Ernesto O.P. exigía un mínimo de 30 euros (5.000 pesetas) para iniciar la tramitación de los papeles. A los inmigrantes sin papeles, dice el fiscal, les aseguraba que 'su solicitud era imposible que fuera denegada'. El acusado, que en algunos casos retuvo los pasaportes de los solicitantes y que realizaba auscultaciones físicas como pantomima de exploración médica, llegó a solicitar 300 euros (50.000 pesetas) por la tramitación de las solicitudes de permiso de trabajo.

Ernesto O.P. trató de disimular la trampa presentando simultáneamente las solicitudes de regularización y una serie de ofertas de empleo supuestamente en el seno de Nester Sin Fronteras. La existencia de la ONG le permitió también lograr impresos de certificados médicos que rellenó y pasó a firmar a Manuel C.F., facultativo en ejercicio que, según el fiscal, nunca visitó a los inmigrantes de que los certificó su excelente estado de salud.

Agencia de viajes

Ernesto O.P. se aseguró el éxito de su oferta de tramitación de solicitudes de regulación aliándose con Italo S., de Colombia, quien a través de la agencia Traviatur, que regentaba Yolanda G., enviaba a España a los inmigrantes que después serían víctimas del engaño. Esos inmigrantes debían depositar en Colombia una importante cantidad de dinero antes de abandonar el país. Una vez aquí, Ítalo y su esposa, Alba Ruth M.G., tenían la misión de proporcionarles alojamiento y trabajo. En lugar de eso, Ítalo y Alba Ruth recogían a los inmigrantes en el aeropuerto, los trasladaban a su casa, les cobraban entre 130 y 180 dólares semanales por dormir en una colchoneta y 'racionando su alimentación'. El último implicado es Juan Carlos G.L., también de nacionalidad colombiana, que se ocupaba de controlar a los inmigrantes alojados por la pareja Ítalo y Alba Ruth.

Los cinco implicados están acusados delitos contra los derechos de los trabajadores, de falsedad continuada en documentos públicos, y de delitos continuados de estafa y falsedad de certificados. El fiscal solicita para ellos entre 3 y 14 años de prisión.