La fiscal de La Haya acusa a Milosevic de 'salvajismo medieval'
El ex dirigente serbio escuchó impasible el relato de las atrocidades
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia abrió ayer el juicio contra el ex presidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic, acusado de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en Bosnia, Croacia y Kosovo. La fiscal, Carla del Ponte, subrayó desde el principio que en el banquillo no se sienta un país o un pueblo, sino un individuo que 'no ha hecho más que perseguir su ambición, al precio de indecibles sufrimientos para quienes se oponían a él o representaban una amenaza para su estrategia de poder. No busquemos ideales detrás de sus actos'. La fiscal acusó a Milosevic de haber consentido u ordenado 'un salvajismo medieval'.
Fue Geoffrey Nice, ayudante de Carla del Ponte, el que estremeció a los presentes en la sala cuando, durante cuatro horas, desgranó las brutalidades de Croacia, Bosnia y Kosovo. Nice rememoró lo ocurrido en el pueblo bosnio de Visegrad, en donde miembros del Ejército yugoslavo reunieron a casi medio centenar de miembros de una misma familia y les quemaron vivos. Testigos presenciales, anticipó Nice, contarán cómo, durante dos horas, se escucharon los gritos de los niños.
En otro caso, los soldados de Milosevic sacaban a las mujeres en grupos de ocho, por la noche, y las devolvían por la mañana después de haberlas sometido a todo tipo de vejaciones. Estaban encerradas en una mezquita de Kosovo. 'El último día de su encierro se llevaron a la hija de una de ellas, que ya no volvió. Tiempo después fue hallada en el fondo de un pozo junto a sus siete compañeras de infortunio'. Su madre testificará en el juicio. También serán testigos altos cargos diplomáticos, militares y gubernamentales de Serbia, que acudirán a La Haya bajo protección. Sus testimonios serán secretos por temor a represalias en Yugoslavia.
La apertura del juicio contra Milosevic fue seguido con indiferencia en Serbia, donde se retransmitió por televisión en directo, y con gran emoción entre sus víctimas en Kosovo, Bosnia y Croacia.El ex dirigente serbio permaneció impasible durante la sesión. En algún momento se limitó a tomar notas.
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