Otro edificio se derrumba en Alicante sin causar heridos

Un inmueble se desplomó parcialmente ayer en Alicante un día después de que otro edificio del casco antiguo se viniera abajo. Las nueve personas que se hallaban en el interior de la vivienda, una planta baja de dos alturas, lograron salir ilesas del derrumbe, que se produjo al filo de las dos de la tarde. Las obras que se ejecutan en un solar colindante causaron el siniestro, según los bomberos.

Según fuentes del parque local de Bomberos, en el momento del desplome nueve personas se hallaban en el interior del inmueble, una planta baja de dos alturas ubicada en el número 20 de la calle de Ceuta, en el barrio alicantino de San Blas.

Las obras que se ejecutan en unos terrenos anexos a la vivivenda debilitaron la medianera -estructura que divide dos inmuebles- y ocasionaron el derrumbe parcial del edificio.

Catalina Hernández, una de las inquilinas de la vivienda afectada, se percató de la aparición de grietas en el inmueble, según explicó a Efe. La mujer alertó a los operarios que trabajan en la obra pero, según ella, los operararios le manifestaron que 'era algo normal, y que la empresa responsable correría a cargo de los gastos de cualquier reparación'.

Esta mujer, de 86 años, se encontraba junto con su nieta, el marido y el hijo de ambos, en la planta baja del inmueble, cuando ocurrió el derrumbe. Por fortuna, los cuatro miembros de la familia estaban en otras dependencias de la vivienda cuando se vino abajo el muro. 'Me encontraba en la cocina cuando de repente escuché un ruido estruendoso y salí a ver lo que ocurría', relató. 'Fue entonces cuando me dí cuenta de que no había pared'.

Las dos plantas de arriba estaban habitadas por dos matrimonios y un niño de cuatro años. Las alturas superiores del inmueble no se vieron afectadas, si bien, ante el riesgo de desmoronamiento, los residentes decidieron desalojar el edificio.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Alicante han ofrecido a los afectados la posibilidad de ser alojados en un hotel durante las obras de rehabilitación del inmueble. No obstante, los inquilinos prefirieron trasladarse a viviendas de otros familiares.

Con este derrumbe son dos las viviendas que se han venido abajo en 30 horas en Alicante. El jueves una vivienda se desplomó en pleno casco antiguo de la ciudad. En esta ocasión, los indigentes que habían ocupado el edificio lograron salir momentos antes del desomoronamiento de la finca. El resto de lo que quedó en pie se derribará el próximo lunes.