El Barça supera a una floja Real
El tridente azulgrana expresó en el segundo tiempo su superioridad sobre los centrales blanquiazules
El percutor de Rivaldo resolvió un partido bien trabajado por el Barcelona y mal defendido por la Real. Los azulgrana maduraron la contienda con oficio, de manera paciente, cargando el juego poco a poco, y los blanquiazules se entregaron sin oponer ninguna resistencia, falto de todo como está el equipo de Toshack. Vencida la Real, Saviola refrendó el triunfo azulgrana con un segundo tanto precioso por bien trabajado y mejor definido, y que recompensó al argentino, decisivo en su salida en la cancha.
Toshack procuró contener al Barcelona a partir de una buena marca de Idiakez sobre Xavi. El aislamiento del medio centro dejó mal puestos largo rato a los azulgrana, que se agruparon alrededor de Rivaldo, convertido inicialmente en el eje del juego. El brasileño se alejó demasiado del área contraria, Rochemback obstruyó el carril izquierdo y el equipo de Rexach se perdió en un juego demasiado lateral, falto de ritmo y profundidad, pues sólo Puyol ensanchaba el carril derecho. Le faltaba aire al Barcelona, demasiado centrado en la cancha, poco abierto y tan falto de delanteros como de ocasiones. Kluivert tiró más paredes que remató y entre el viento, la zaga blanquiazul y los arabescos azulgrana, el primer tiempo resultó indigesto para la hinchada culé.
BARCELONA 2| REAL SOCIEDAD 0
Barcelona: Reina; Puyol, Christanval, Frank de Boer, Sergi; Gabri (Saviola, m. 48), Xavi (Motta, m. 69), Cocu, Rochemback; Rivaldo; y Kluivert. Real Sociedad: Westerveld; López Rekarte, Kvarme, Luiz Alberto, Aranzabal; Xabi Alonso (De Paula, m. 63), Idiakez; Tayfun, Nihat, Aranburu; y Kovacevic (Khokhlov, m. 61). Gol: 1-0. M 58. Jugada entre Kluivert y Rivaldo, que culmina el brasileño con un disparo que no logran tapar ni Kvarme ni Westerveld, vencido de mala manera. 2-0. M. 77. Saviola aprovecha un despiste de la defensa vasca para robar un balón y , desde el borde del área, batir a Westerveld . Árbitro: Pino Zamorano. No mostró ninguna tarjeta. Unos 50.000 espectadores en el Camp Nou. Antes de iniciarse el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Francesc Ventura, exvicepresidente del Barcelona, fallecido el sábado.
Puede que el Barcelona resultara un equipo más equilibrado y concediera escasas opciones al contrario, como demandaba el entrenador. Pero el control del encuentro por el exceso de centrocampistas no le garantizó un caudal de juego ofensivo suficiente para decantar el marcador. La Real Sociedad se defendió sin grandes apuros y Westerveld sacó bien las piernas en los únicos tiros francos de los azulgrana, sobre todo uno de Gabri, el volante que tuvo más llegada, pues el carril izquierdo quedó inutilizado por el protagonismo de Rochemback, que no sólo no abrió el campo sino que encerró a Sergi.
Toschack remodeló la segunda línea en un intento de oxigenar al equipo ofensivamente, y por contra mantuvo a los centrales tan cuestionados. Kvarme y Luiz Alberto se pasearon durante el primer acto ante la falta de delanteros barcelonistas. El noruego, sin embargo, acreditó sus deficiencias en la primera pelota que manejó en el área y que a punto estuvo de suponer un penalti para su equipo por un derribo que no venía a cuenta a Kluivert. El partido demandaba un golpe de riñón en el Barcelona, y Rexach optó por dar entrada a Saviola para ganarse el campo contrario o, cuanto menos, tener más presencia atacante.
El encuentro se abrió de arriba a abajo y la Real alcanzó la portería de Reina tanto como el Barcelona la del exmeta del Liverpool, el mismo que el año pasado se mantuvo invicto en los dos partidos que jugó contra el Barça. A Westerveld le ayudó sobre todo Xabi Alonso, que le sacó una pelota de gol a Saviola, en la primera intervención del argentino. Luego, sin embargo, el portero holandés reaccionó tarde ante el disparo de Rivaldo, que se coló por entre las piernas de Kvarme y alcanzó la red.
El gol dejó retratada a la zaga de la Real, vulnerable por arriba y por abajo, y premió el mayor poderío ofensivo azulgrana desde la entrada de Saviola. El argentino se perfiló bien por el flanco derecho, abrió buenos pasillos para Rivaldo, nuevamente decisivo, y se adornó con un golazo.
Resuelto el partido, el picante lo puso Motta en los minutos que le concedió Rexach, que ayer tuvo el partido muy controlado.Por una vez, el Barcelona jugó de forma templada, equilibrada, con criterio. Le faltó remate en el primer tiempo, pero en el segundo no perdonó. A la que formó el tridente, los centrales y el portero de la Real se aflojaron y el partido ya no tuvo ninguna tensión competitiva sino que fue puro divertimento barcelonista.
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