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Pujol replica a Aznar que la 'caverna' es la España más 'retrógrada, inquisitorial y centralista'

Jordi Pujol exhibió ayer su reputada ironía para referirse a los comentarios que el pasado lunes hizo José María Aznar en Madrid sobre los nacionalismos. El presidente de la Generalitat afirmó que el término caverna definía, en el siglo XIX, a los sectores políticos y sociales que tenían una visión de España más 'centralista, retrógrada, inquisitorial, reaccionaria e integrista'. 'Si Aznar se refería a esta caverna, cómo no, estoy de acuerdo con él', remachó. El presidente del Gobierno central calificó de 'caverna' a las administraciones y nacionalismos que 'utilizan la historia y su enseñanza como piedra arrojadiza para fomentar el odio y el menosprecio'.

Y es que en las relaciones entre CiU y el PP se acumulan los desencuentros, por no llamarlos problemas. Ayer mismo, el Ejecutivo catalán, en un claro ejercicio de contención y de pedagogía, decidió posponer 15 días la presentación del recurso a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, al tiempo que remitía al Gobierno central una copia del dictamen del Consejo Consultivo que certifica la inconstitucionalidad de parte de su articulado. El conseller en cap, Artur Mas, intentó rebajar la tensión de unas relaciones en las que CiU se juega más que el PP: la propia estabilidad del Gobierno catalán.

Pero Pujol, ayer en Egipto, donde se encuentra de viaje oficial, no se mordió la lengua. Ni para responder a Aznar, ni para ofrecer su particular análisis sobre el rumbo que va tomando la relación con el PP. Y su visión no es nada optimista.

El presidente de la Generalitat defendió a capa y espada la decisión del Gobierno catalán de recurrir ante el Tribunal Constitucional contra la Ley de Estabilidad Presupuestaria y la presentación, en el Congreso de Diputados, de una enmienda a la totalidad contra la Ley de Formación Profesional (véase EL PAÍS de ayer). Y su Ejecutivo y CiU, advirtió, seguirán esta misma trayectoria siempre que las leyes del Partido Popular atenten contra la autonomía catalana y el proyecto nacionalista. 'Si el Gobierno de la Generalitat no defiende la autonomía ¿quién la defenderá?', se preguntó Pujol. 'En temas competenciales no podemos transigir', añadió.

Para Pujol, esta actitud de su Gobierno es de lo más natural. ' Nosotros tenemos nuestra primera razón de ser en el autogobierno de Cataluña, y cuando éste es agredido y una ley lo intenta recortar, no podemos hacer otra cosa que presentar un recurso', manifestó. Por ello, ni el Gobierno central ni el Partido Popular, avisó, 'pueden hacer un drama' de la actitud de los nacionalistas. O sea, vino a decir Pujol, que se vayan acostumbrando, porque en las próximas semanas las cosas pueden empeorar.

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