"¿Westerveld? Tengo que dar una respuesta política"
Para apartar a Alberto López, de 32 años, Javier Clemente no dudó en sacrificar una tradición de la Real Sociedad y fichó al sueco Mattias Asper, el primer portero extranjero de la historia del club. Con el camino abierto, su sustituto, John Toshack, no ha dudado ahora en invertir 5,4 millones de euros en el holandés Sander Westerveld aun a costa de granjearse su primer desencuentro con los aficionados, que entienden que las necesidades del equipo están en otras demarcaciones. Como acostumbra, Alberto se mantiene impasible, pero reconoce que le cuesta entender ciertas decisiones.
Pregunta. ¿Mantendrá la Real Sociedad la categoría esta vez?
Respuesta. Me tranquiliza ver que practicamos un buen fútbol, pero nos pasan cosas increíbles y casi siempre perdemos por la mínima. Me consuela ver que nos rodean muchos candidatos al descenso. Mientras mantengamos la calma, podremos salvarnos.
P. Clemente, en su día, y Toshack, ahora, le han relegado.
R. Con ambos empecé jugando, pero Clemente buscaba otro tipo de portero y eso es lícito. Prefería un guardameta con características diferentes a las mías. Con Toshack he jugado mucho, pero, según se ha ido deteriorando la imagen del equipo, se ha empezado a buscar culpables.
P. ¿Cree que ha sido un chivo expiatorio?
R. Ocurre en todos los equipos y, en general, lo sufrimos los que pertenecemos al club desde hace muchos años. La gente te conoce ya muy bien y no te concede un margen de confianza que los nuevos sí tienen. O igual es que hacen falta caras nuevas por simple aburrimiento. En cuanto a mi rendimiento, creo que ha sido lineal, estable. Por lo menos, así lo veo yo.
P. ¿Cómo vivió el fichaje de Asper?
R. La Liga acabó pronto y, como no había competición, los medios tuvieron mucho tiempo en el verano para hablar acerca de la llegada de un portero extranjero. Además, se rompía una tradición y todo se mueve un poco cuando eso ocurre.
P. ¿Es cierto que no tuvo una buena relación con él?
R. No, mi relación con él fue muy buena. Por supuesto, ambos deseábamos jugar, pero los porteros pasan muchas horas juntos y el trato entre los dos fue exquisito porque somos gente normal. De hecho, él mismo lo dijo y lo repitió antes de dejar el club. Creo que Asper es un tipo excepcional y no sé por qué se empezó a decir que entre ambos había mal ambiente.
P. ¿Cómo vive la presión mediática sobre el equipo?
R. Se ha pasado en poco tiempo de trabajar con dos periodistas a ver cómo asisten a los entrenamientos quince o veinte todos los días. El club ha crecido mucho y el problema es que ahora, si bajamos, bajamos todos. La presión, en consecuencia, es para todos y el miedo lo tenemos todos en el cuerpo.
P. ¿No cree que la defensa, sobre todo los centrales, ha perdido muchos partidos?
R. Kvarme y Luiz Alberto son nuevos y tienen que acostumbrarse al equipo. Hay que tener paciencia con ellos porque se dejan la piel para encajar y mejorar. Yo creo que son buenos jugadores.
P. ¿Cómo se explica el fichaje de Westerveld?
R. Es complicado de analizar. Tengo que darte una respuesta política. Supongo que es lo mejor para el club.
P. ¿Se entiende bien con él?
R. Sí. Él trata de situarse y yo le ayudo. Por ejemplo, le sirvo referencias sobre jugadores rivales cuando me lo pide. Pero los dos tenemos claro que somos rivales porque ambos queremos jugar.
P. ¿No tiene Toshack demasiado peso en el club? ¿No hay nadie más que él para, por ejemplo, ir a Mallorca a escoger un lugar de concentración?
R. Es el mánager y su cargo tiene que ver con una decisión del Consejo de Administración. Lo que pasa es que, cuando los resultados son malos, todo se magnifica.
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