Ensayo policial
La Unidad de Intervención se prepara en Jaén para las protestas durante las 'cumbres'
Los caballos no se inmutaron ante los botes de humo y los perros se mantuvieron con los nervios templados ante el sonido de un disparo. Los antidisturbios esperaron estoicos la orden de cargar. Esta escena la interpretaron ayer 150 agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) durante un ejercicio de simulación realizado en Linares (Jaén) al que asistieron el subdirector general del Cuerpo Nacional de Policía, Pedro Díaz-Pintado, y el jefe de las UIP, Eugenio Pino.
Dos unidades especiales, una de Sevilla y otra de Madrid, hicieron de manifestantes y policías para ensayar cómo pueden ser las concentraciones durante las cumbres que se celebrarán en España en los próximos meses.
Las unidades especiales realizan tres ejercicios de entrenamiento con situaciones diferentes y respuestas policiales variadas. El escenario fue el poblado jiennense de Enira. Esta zona, según Díaz Pintado, 'es la mejor de España porque permite entrenarse abordando situaciones reales'.
El primero de los ejercicios consiste en disolver una masa de personas en actitud no violenta, pero que no se sabe cómo reaccionará ante la actuación policial. Los policías se reparten en grupos y hacen de manifestantes que portan pancartas. El grupo movilizado insulta a los compañeros: 'Fuera, fuera', 'Cabrón', 'Un bote, dos botes, madero el que no bote'.
'El caballo es un animal que impresiona mucho a las personas, y ante él no se van a mover', explica el instructor. La solución es rápida, los policías a caballo arrinconan en círculo a los grupos y consiguen disolverlos, permitiendo además la identificación de las personas si fuese necesario.
El segundo ejercicio se complica. Ya es un grupo violento el que se enfrenta a los policías, tiran objetos contra ellos, lanzan cócteles molotov y huyen. La actuación de los agentes es coordinada: caballos, policías con perros y el resto, protegido con escudos, se lanza a correr contra los manifestantes. Los caballos no temen al fuego, ya lo conocen. Los perros atacan a los brazos de los que se resisten a ser detenidos.
En el tercer ejercicio ya entran en juego las pelotas de goma, el lanzamiento de gases lacrimógenos y los disparos. Las unidades de Madrid y Sevilla se atacan mutuamente. Los policías van protegidos con cascos, chalecos antitraumas, defensas en la piernas y escudos en las manos. El uso de los medios de fuerza es progresivo, cuanta más resistencia, más medios. En el entrenamiento un policía recibe un fuerte golpe en un brazo por un bote de humo, tiene que ser atendido. Es la escena de cualquier manifestación.
Uno por uno
Los 150 policías que se desplazaron a Linares pertenecen a uno de los grupos especiales de interven. En total, 3.000 agentes están especializados en prevención y represión de concentraciones. Todos completarán su formación en una finca de entrenamiento que fue, hasta hace 20 años, uno de los lugares que habitaban los agentes antidisturbios. Las instalaciones poseen zonas de campo abierto, naves y calles que simula las vías de una ciudad. La policía calcula que hasta España pueden llegar unos 3.000 manifestantes violentos durante el periodo de presidencia de la UE para protestar contra las políticas de las instituciones. Tocarían a un policía de los cuerpos especiales de intervención por cada uno de ellos. 'Se adoptarán medidas de prevención adecuadas para que el comportamiento no sea violento y los que tengan que manifestar sus criterios contrarios a lo que se está debatiendo lo hagan pacíficamente', explicó el subdirector general del Cuerpo Nacional de Policía, Pedro Díaz-Pintado. A los mandos policiales no se les olvidan las movilizaciones que surgieron en Génova convocadas por los movimientos antiglobalización, que se saldaron con un manifestante muerto. Situaciones como ésta, indicó Díaz-Pintado, han servido 'de acicate' para las fuerzas de seguridad y se han redoblado los esfuerzos en formación. Hasta que no han llegado los movimientos antiglobalización, añadió Díaz-Pintado, 'no era habitual' que en las cumbres europeas se produjesen conflictos. Sin embargo, ahora, hay grupos dispuestos 'a arrasar determinadas zonas'. Los policías quieren transmitir un mensaje a los ciudadanos: 'Cuando hay que intervenir se hace ante situaciones límite'. Díaz-Pintado quiere que las personas que observan las cargas 'entiendan' que ése es su papel, que 'comprendan que la policía, cuando tiene que intervenir, lo hace ante situaciones límite'. Pese a todo, matizó: 'Nuesto papel es prevenir, no reprimir'. 'Estamos preparados. No es para vanagloriarnos de nada, pero realmente estamos preparados', resaltó un policía.
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