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Entrevista:IÑAKI GERENABARRENA | Presidente de la ejecutiva alavesa del PNV

"Soy un nacionalista ortodoxo del PNV"

Iñaki Gerenabarrena (Vitoria, 1962) es desde hace una semana el nuevo presidente de la ejecutiva alavesa del PNV y el martes podría abandonar su cargo como consejero de Agricultura y Pesca, forzado por las incompatibilidades internas del partido. Su elección por unanimidad parece revelar el cierre de la brecha abierta en el PNV de Álava tras su fracaso electoral de 1999, que se materializó en la pugna de dos sectores por la ejecutiva y precisó la intervención de los tribunales internos.

Pregunta. No se le conoce aún mucho. ¿Cómo se definiría usted políticamente?

Respuesta. A veces he oído decir que soy un nacionalista ortodoxo, muy del partido. Y es verdad: soy un nacionalista ortodoxo, qué le vamos a hacer. Entiendo por eso creer en el partido en que milito, participar en las decisiones, trabajar por las que se adoptan al cien por cien y estar dispuesto a dejar las discusiones dentro.

'La aspiración a un estado propio no tiene sentido cuando vamos a un gobierno europeo'
'No nos merecemos estar sujetos a una Administración como la de Madrid'

P. Pero, por ejemplo, ¿es usted independentista?

R. No en el sentido de aspirar a crear un estado propio, porque creo que a la Europa de los estados le queda poco tiempo y hay que trabajar con conceptos de futuro. Ésa es una aspiración del pasado, que pudo tener sentido hace 50 años, pero no ahora porque la independencia de los estados va a desaparecer en Europa, que terminará por tener un gobierno por encima de ellos y no controlado por ellos. Y no falta mucho para eso, porque si no, la Unión Europea será inmanejable. Querer ser estado no nos va a dar nada. Sí creo, por contra, que Euskadi tiene que tener vinculación directa con ese futuro gobierno de Bruselas, sin pasar por Madrid ni por ningún sitio. No podemos estar puenteados. Y luego, identitariamente, soy vasco, única y exclusivamente.

P. ¿En cuál de las sensibilidades del PNV se sitúa? Se dice que es usted un hombre de Egibar.

R. No hay hombres Egibar en el PNV. Soy un hombre Gerenabarrena, Iñaki Gerenabarrena, por si hay alguna duda por el apellido. Me atengo a las posiciones fijadas en la ponencia de la asamblea de 2000 y en el programa electoral.

P. Iñigo Urkullu se mostraba hace poco partidario de buscar acuerdos con los socilaistas en ayuntamientos. ¿Está de acuerdo?

R. No sé lo que dijo Iñigo, pero sí sé que comparte las líneas que seguimos en el partido. No alcanzamos acuerdos de fondo con HB mientras no haya cambio sobre la violencia, y con el PP y el PSE mientras no cambien en el campo de la resolución de la violencia y la normalización política en los términos en que los ha planteado el lehendakari.

P. Pero eso no parece dialogar, sino pedir a los demás que se adhieran a su postura.

R. Sólo estamos proponiendo un método para buscar entre todos la solución y además en sede parlamentaria, como se nos exigió toda la legislatura pasada. Tenemos el derecho a marcar el liderazgo porque fuimos, de calle, la opción política más votada. Con un porcentaje mayor que el que permite al PP tener mayoría absoluta en España. Lo democráticamente ilógico sería que fuéramos nosotros quienes tuviéramos que adecuarnos a los proyectos de otros.

P. Desde el punto de vista social ¿qué es usted?

R. Esto es otra vez buscar en terminologías del pasado. Decir liberal, demócrata cristiano o socialdemócrata no quiere decir nada. En Austria un liberal es poco menos que un neonazi. Yo creo que la iniciativa privada y el libre mercado son el motor de una sociedad, pero también que la Administración tiene que redistribuir la riqueza, ofrecer unos servicios sociales y proteger ciertas empresas de modo coyuntural.

P. ¿En esa categoría de terminologías anticuadas entraría también el nombre en euskera del PNV, el Partido de Dios y de la Ley Vieja?

R. Pues... sí... para antiguo... la verdad es que tiene su cosa. Pero está ahí, la mayoría ni somos conscientes de que eso está en nuestro nombre. Está superado y lo dejo en una tradición

P. ¿No le resulta incómodo haber heredado el cargo de su propio tío?

R. Es que no he heredado nada. Soy un presidente electo, votado por las bases.

P. ¿Entre ustedes, los presidentes de las regionales, está el sustituto de Xabier Arzalluz?

R. No descarto que un presidente de regional pueda serlo, pero tampoco un diputado general o un miembro del Gobierno. No descarto a nadie.

P. ¿Por qué perdieron las elecciones en Álava?

R. Porque al PP le votaron doscientas y pico personas más que a nosotros.

P. ¿Desidia, como dijo Xabier Arzalluz?

R. Cuando se pierde por tan poco algo puede tener que ver el pequeño follón de uno o dos pueblos. Pero algunos querrían ver un cambio en las formas de gestión, otros no estarían de acuerdo con la política nacional que llevábamos en aquel momento...

P. Se ha fijado el reto de recuperar en 2003 para el nacionalismo las instituciones alavesas. ¿Se irá si no lo logra?

R. Sinceramente, no lo sé. Hasta ahí tengo que ir, después veremos.

P. Supongo que, entre el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación, les urgirá más ésta, visto lo que está pasando con el Concierto.

R. Sí, de cara a la unión interterritorial de la comunidad es importante la Diputación, pero no soy capaz de elegir objetivos prioritarios.

P. ¿No tuvo dudas al decidir salir del Gobierno para dedicarse al partido?.

R. Sí tuve dudas. Pero soy un romántico de la política, creo a machamartillo en las ideas que defiendo y pienso que ahora voy a hacer mejor papel en el trabajo interno.

P. Cuando le dijo a Ibarretxe que se iba del Gobierno, ¿cómo le sentó?

R. No hago comentarios de lo que Ibarretxe pudo pensar.

P. Pero no le caería muy bien, porque le ha hecho usted un agujero en el Ejecutivo, después del baile de consejeros de EA y de la remodelación para la entrada de IU.

R. Estoy seguro de que lo tapará perfectamente, con alguien mucho mejor que yo, sin la más mínima duda.

P. Como consejero de Agricultura y Pesca, ha marcado un perfil de cierta agresividad.

R. No creo ser agresivo. Si he hecho declaraciones duras es porque Madrid nos está trampeando nuestra ley principal, el Estatuto, y hasta la suya, la Constitución. No nos merecemos estar sujetos a una Administración como la de Madrid.Creo que he sido sereno, pero cuando te están, literalmente, robando una competencia, no lo puedes dejar pasar.

P. Este Gobierno del que aún forma parte, tiene atascados los dos grandes temas del Concierto y el Presupuesto y los interlocutores son diferentes en cada caso. ¿Tendrán también ustedes algo que ver en ambos fracasos?

R. Los interlocutores se están comportando como uno solo. A veces se pueden repartir culpas y a veces no, y en esta ocasión no se puede.

P. Con ese bloqueo de relaciones con los dos partidos que pueden gobernar en Madrid, ¿irán a un Lizarra 2, mediando otra tregua de ETA?

R. Hay que tener cuidado con las palabras y Lizarra tiene magia, para unos positiva y para otros negativa.

P. Llamémosle acuerdo entre nacionalistas...

R. Ése es un método que no ha funcionado y debemos buscar otra cosa. Ni funcionaría ni es lo que estamos buscando, como no lo buscamos entonces. El lehendakari persigue el desbloqueo, lo hace en sede parlamentaria y queremos construir entre todos, nacionalistas y no nacionalistas.

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