Clases magistrales para aprendices de mago

Los aficionados a la magia disponen en Madrid de una oferta que, paulatinamente, se ha ido ampliando en la capital y que actualmente abarca locales con programación estable, escuelas de magia y comercios especializados.

Hace más de 14 años abrió la decana de las salas, La Cripta Mágica (Tarragona, 15, teléfono 915 399 696), que mantiene desde entonces una doble programación destinada a público adulto (de jueves a sábados, 22.00; sábados, también a las 13.00) y al infantil (sábados y domingos, 17.00 y 19.00).

El pequeño y cuidado local ubicado en el barrio de Arganzuela, con un aforo para 60 personas y decorado al modo de un teatro renacentista (con palcos, terciopelos rojos...), alberga, a pesar de su reducido tamaño, una biblioteca con oráculo y un auténtico museo de magia antigua. En él se esconden algunos tesoros, como una vieja linterna mágica (máquina predecesora del cine), de 1830, que aún funciona. El ingenio se muestra con la proyección de una maga que hace aparecer un diablillo.

Hasta febrero está programado el mago Morrison, El Magnífico. Además, los primeros miércoles de cada mes se celebran sesiones de hipnosis colectiva.

La buena acogida de La Cripta propició la aparición de otros locales dedicados en exclusiva a programar espectáculos de magia, como es Houdini Sala de Magia (Fuencarral, 21, teléfono 915 210 670).

Pero incluso salas más conocidas por sus actuaciones musicales, como Galileo Galilei (Galileo, 100), organizan sesiones periódicas de magia con magos tan conocidos como Juan Tamariz o Mago Mígue. La próxima actuación prevista es la del televisivo Jorge Blass (día 22, 21.30).

También estos días el espectáculo del Scala Meliá Castilla (Capitán Haya, 43) incluye la intervención de Aisman, artista conocido por su espectacular magia de grandes aparatos, que ya ha presentado en varias ocasiones en el Parque de Atracciones, donde debutó con el escalofriante número de la tabla de la muerte.

Cursos para niños

No es un internado, al modo del Hogwarts popularizado por la serie literaria de Harry Potter, pero la gran escuela de magia Ana Tamariz (teléfono 915 281 581 y web www.magiatamariz.com) lleva más de una década formando magos. De sus clases ha salido gente como el mismo Jorge Blass, que fue alumno a sus 11 años.

Imparten cursos para adultos y para niños, de larga duración e intensivos, y su idea de enseñar pasa por la premisa de que lo más importante no es la habilidad, sino la psicología para presentar un número para que le guste al público. Está recomendada para alumnos poco pacientes, pues desde el primer día ya se enseñan trucos.

A sus clases acuden gentes de lo más variopinta: desde aficionados hasta profesionales de la escena. El único requisito es tener más de ocho años. Al principio se admitían alumnos de menos edad, pero como recuerda Ana Tamariz, directora de la escuela, 'los más pequeños pedían que se les enseñase magia de verdad, no trucos', y decidieron entonces no quebrar la ilusión.

La sala alternativa El Montacargas (Antillón, 19) exhibe los domingos (18.00) el espectáculo May Magic, recomendado para niños de cuatro años en adelante. El montaje, obra de Alejandro García May, presenta levitaciones, desapariciones y otros números clásicos del género, pero con un toque humorístico.

Por otra parte, dos comercios especializados se reparten en la capital el mercado de artículos de magia: Magia Estudio, de José Luis Ballesteros (San Mateo, 17), más conocido en el mundillo profesional como la tienda de Encarnita, y Magia Madrid (Costanilla de los Capuchinos, 5).

Aunque, como no podía ser de otro modo, ambos cumplen a rajatabla la regla de oro de cualquier iniciado -no desmenuzar trucos ni desvelar secretos-, los dos realizan una exhaustiva labor de asesoramiento.