El viejo rockero Timman ataca de nuevo

Es el bohemio por excelencia del ajedrez, y siempre ha destacado por su creatividad. A los 50 años, el holandés Jan Timman está en su declive deportivo, pero aún produce partidas de gran calidad. Como la que ganó ayer a su compatriota Loek Van Wely en la segunda ronda de Wijk aan Zee, donde cuatro jugadores -entre ellos, Timman- comparten el primer puesto. Hoy es día de descanso.

Tras la primera retirada de Bobby Fischer, en 1972, Timman y pocos más eran la esperanza occidental para romper la hegemonía soviética. Para entonces, Timman ya se había dado cuenta de que su actitud profesional tenía que ser muy distinta a la que propugnaba la escuela soviética. En los primeros días de 1971, mientras planificaba su preparación para el torneo IBM de Amsterdam, Timman decidió poner en práctica un consejo del excampeón del mundo Mijaíl Botvínik: "Tres semanas al aire libre".

Se concentró, con algunos colegas, en una casa apartada de la región de Friesland, en el campo, durante tres meses. Llegó el torneo, y Timman perdió las cinco primeras rondas: "Durante las partidas, mi cuerpo desprendía tanta energía que apenas podía estar quieto en mi silla. Después, aún me quedaban fuerzas para dar varias vueltas corriendo al parque Vondel". Así que cambió de plan: "Abandoné la vida espartana y me dediqué a todo aquello que se considera insano. En suma, volví a mi antiguo estilo de vida. Todo empezó a ir mejor, y acabé el torneo con un resultado razonable", recuerda el holandés en el prefacio de su magnífico libro El Arte del Análisis.

Muy famoso en Holanda, hedonista a carta cabal, acérrimo detractor de los controles antidopaje, Timman se ha mantenido durante treinta años en la primera fila del ajedrez mundial. Perdió la final del Torneo de Candidatos de 1993 ante el británico Nigel Short en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y la final del Campeonato del Mundo oficial frente a Anatoli Kárpov, ese mismo año, tras la rebelión de Short y Gari Kaspárov contra la Federación Internacional (FIDE). Su estilo universal y gran capacidad de lucha le permitieron ganar el afecto de los organizadores más importantes de cualquier país. Últimamente, algunos problemas en su vida privada afectaron a su juego bastante más de lo normal por su edad. En la última lista mundial ocupa el 82º puesto.

Pero su partida de ayer incita a pensar que el viejo rockero aún es capaz de dar mucha guerra y crear un juego excelente. Van Wely, 14º del escalafón, introdujo una novedad teórica en el 19º movimiento, intentando mejorar lo que Víktor Korchnói jugó frente a Kaspárov en 1982. Timman contestó con el sacrificio de un caballo, manejó el ataque con pericia y lo remató con brillantez. Por supuesto, el público le premió con sus votos al elegir la mejor partida de la jornada.

También fue estupenda la que el británico Michael Adams, con sus nervios de acero, ganó al ruso Alexánder Grischuk, de 18 años, cuyo estilo pujante le llevó a lanzar un ataque furibundo con las piezas negras. Pero Adams, 4º del mundo, no se inmutó, y dio una exhibición de defensa precisa. El húngaro Peter Leko ratificó que ha viajado a Wijk aan Zee con la firme intención de borrar su falta de combatividad habitual, pero su rival, el belga Mijaíl Gurévich, optó por el cerrojo con blancas, y la partida terminó en tablas.

Resultados: (2ª ronda): Morosiévich - Jálifman, tablas; Lautier - Dréiev, tablas; Kasimdzhánov - Gélfand, tablas; Adams - Grischuk, 1-0; Piket - Baréiev, tablas; Van Wely - Timman, 0-1; Gurévich - Leko, tablas.

Clasificación: 1º-4º Adams, Leko, Gélfand y Timman 1,5 puntos; 5º-11º Morosiévich, Baréiev, Jálifman, Dréiev, Grischuk, Piket y Gurévich 1; 12º-13º Kasimdhánov y Lautier 0,5; 14º Van Wely 0.

3ª ronda (hoy): Leko - Morosiévich; Timman - Gurévich; Baréiev - Van Wely; Grischuk - Piket; Gélfand - Adams; Dréiev - Kasimdzhánov; Jálifman - Lautier.