La empresa municipal de transportes de Tarragona opta al concurso de Lleida

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Tarragona ha constituido una unión temporal de empresas con la valenciana Transvía para presentarse al concurso público para la concesión del transporte urbano de la ciudad de Lleida. El plazo de presentación de ofertas finaliza el 15 de enero y las plicas se abrirán tres días después.

El Ayuntamiento de Lleida aprobó a finales de octubre, con el voto en contra de todos los grupos de la oposición, la venta de la totalidad de las acciones de la empresa Autobusos de Lleida, SA, y la concesión del servicio del transporte urbano de viajeros a una empresa privada por 120 millones de pesetas. El periodo de validez de la concesión será de 10 años y durante ese tiempo la empresa que gane el concurso deberá mantener los 115 trabajadores de la plantilla de Autobusos de Lleida. En la actualidad, el servicio de autobuses de Lleida transporta cada año siete millones de pasajeros y genera un déficit de más de 200 millones de pesetas.

El interés del Ayuntamiento de Tarragona por asumir la gestión del transporte público de otra ciudad ha causado sorpresa en el consistorio leridano. No deja de ser chocante que una institución gobernada por una coalición de CiU y el PP quiera hacerse con un servicio privatizado por un consistorio socialista cuya oposición votó en contra de la privatización de los autobuses urbanos.

Fuentes del Ayuntamiento de Tarragona han explicado que Transvía -la empresa valenciana que forma parte del grupo que gestiona actualmente el trenet turístico de Tarragona- aportará el 60% del capital, y la EMT, los recursos humanos y técnicos. El consistorio tarraconense considera que la fórmula mixta de colaboración entre capital público y privado puede tener éxito y contribuir a reducir las pérdidas de la EMT, unos 800 millones de pesetas anuales.

La empresa que obtenga la concesión del transporte urbano de Lleida deberá cubrir los servicios que le indique el Ayuntamiento, realizar los mismos kilómetros que hasta ahora, implantar antes de dos años la tarjeta inteligente, construir unas cocheras nuevas en el polígono industrial del Camí dels Frares y pactar el coste en caso de apertura de nuevas líneas. Se prevén incentivos y penalizaciones para la empresa en función de los objetivos y de la calidad del servicio, que será evaluada por los usuarios mediante encuestas periódicas.