Pujol alerta de que el PP quiere recortar la autonomía
El presidente apela al 'orgullo patriótico' para afrontar los peligros
Como ya viene siendo habitual en sus mensajes de fin de año, Jordi Pujol desenterró en el de 2001 los viejos fantasmas que amenazan, en su opinión, la autonomía y el autogobierno catalán. El presidente de la Generalitat ensalzó el excelente momento que vive Cataluña en el terreno económico y social, pero alertó del 'riesgo de recorte del grado de autogobierno' y de que, de materializarse este peligro, los catalanes tendrían que 'oponerse con todas las fuerzas', pero sobre todo con 'patriotismo'.
En el mensaje de fin de año, Jordi Pujol se interrogó sobre si Cataluña ha conseguido alcanzar los objetivos que en su momento se marcó el presidente Francesc Macià: construir una 'Cataluña económicamente próspera, socialmente justa, políticamente libre, espiritualmente gloriosa'. La respuesta fue positiva en todos los aspectos menos en el político.
¿Quién amenaza, por tanto, la autonomía catalana? Incógnita. Pujol no lo desveló en su discurso, pero a tenor de sus últimas declaraciones públicas, el culpable no es otro que el Gobierno del Partido Popular, la misma formación política que en Cataluña le mantiene en el poder y le salva reiteradamente en el Parlament de comisiones de investigación y reprobaciones de los partidos de izquierda.
Para Pujol, un freno en el nivel competencial no sólo afectaría al desarrollo político de Cataluña, sino que también podría frenar el avance económico y social. 'Es mi obligación advertir al pueblo de Cataluña', afirmó, 'de que este peligro existe, y sólo si somos conscientes de este peligro seremos capaces de contrarrestarlo'.
Los 'triunfos' de que dispone Cataluña para hacer frente a esta amenaza son muchos. Pero para el presidente hay uno esencial, el 'orgullo' de sentirse 'patriotas, ahora que todo el mundo habla de patriotismo', en irónica referencia a la ponencia sobre el patriotismo constitucional que el Partido Popular presentará en su próximo congreso de enero y que redactan el ministro de Asuntos Exteriores, el catalán Josep Piqué, y la concejal vasca María San Gil.
A pesar de tantos nubarrones que se ciernen sobre la autonomía, Pujol no quiso lanzar un mensaje pesimista. 'Con la misma claridad que anuncio el peligro, digo que lo podremos superar', manifestó en tono profético, porque así ha ocurrido, en su opinión, en anteriores ocasiones. Por ejemplo señaló la década de los ochenta, cuando se aprobó la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), que no nombró.
Todos los catalanes tienen que ver los avances de Cataluña, insistió Jordi Pujol. Y a quienes no sean capaces de apreciarlos, el presidente los calificó de daltónicos. 'Está de moda hacer comparaciones, y algunos lo hacen con un daltonismo que sólo les permite ver cosas negativas. Parece que le encuentren gusto', agregó. 'No podemos caer en el daltonismo, porque es parcial y por tanto falso', sentenció Pujol.
El presidente trazó un panorama catalán óptimo en temas como la enseñanza, el crecimiento económico, el bienestar, la innovación tecnológica y la presencia internacional de Cataluña.
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