UN MAR DE CORVINAS

En las lonjas del Cantábrico no se habla de otra cosa. Cinco pequeños pesqueros de Laredo, Santoña y Colindres capturaron el jueves pasado a la altura de San Sebastián, en sólo cinco horas, 70 toneladas de corvina Argysomus regius, especie no demasiada conocida en el Cantábrico, preferentemente localizada en aguas atlánticas y mediterráneas. Pablo Argos, patrón del Ermita Pilar, de Santoña, contó que después de 40 años en la mar nunca oyó que hubiese ocurrido algo semejante. Carlos San Martín, del Tonino laredano, tropezó con el bando a unos 80 metros de profundidad y dio aviso inmediatamente a los otros pesqueros que suelen hacer en sociedad algunas campañas. Argos invirtió dos horas y media de navegación hasta dar con las corvinas. 'El mar hervía con las toneladas almacenadas en la red'. Unos 75 hombres participaron en la demoledora faena. Cinco horas invirtieron en embarcar uno a uno, debidamente engarmados, casi 5.000 ejemplares con un peso medio de unos 15 kilos. Ninguno de los tripulantes olvidará nunca lo ocurrido por el enorme esfuerzo físico derrochado y la cuantía del botín, unos 50 millones de pesetas a repartir. En las lonjas de Pasaia y Ondárroa, donde descargaron y vendieron la pesca, recordaban como un hecho histórico que hace 25 años un pesquero guipuzcoano había arribado con 16.000 kilos de la misma especie.