El Alavés, líder en sentido común
Los métodos de Mané, la defensa y el juego solidario explican el primer puesto del 'Glorioso'
No estamos en la primera jornada. La Liga ya ha andado más de tres meses y en lo alto aparece un equipo inesperado. El Alavés no era un candidato al primer puesto, pero los grandes le han abierto paso. No es el de Mané un equipo excepcional, no. Incluso podría decirse que en ciertos aspectos tiene menos calidad que el curso pasado. Pero hay algo que no ha perdido: el sentido común. El sábado, frente al Barcelona, fue su mejor ejemplo, después de una semana en la que generó dudas tras la derrota ante el Villarreal y su eliminación de la Copa frente al Sporting. El cuadro vitoriano se ha repuesto, y de qué manera. Por segunda vez se ha colocado como líder de la Primera División, aunque ahora igualado con el Betis. La anterior se produjo en la prehistoria del club: en 1930. Éstas son las claves del Alavés actual.
Mané. No podría entenderse el liderato albiazul sin él. La aportación de José Manuel Esnal en el equipo es incuestionable. En cinco años ha ido superando el listón: ascenso a Primera y semifinal de Copa en su primer año, permanencia en el segundo, clasificación para la Copa de la UEFA en el tercero y, el pasado, la final europea en Dortmund. El técnico sigue llevando la manija. Desmiente a quienes hablan de los ciclos y la caducidad de los entrenadores en los equipos. El Alavés, con él, juega de memoria, con una presión que empequeñce a sus rivales y un sistema solidario. Todos los jugadores defienden, el primero el delantero centro. Apenas hay hueco a los egos. Por eso puede permitirse el lujo de trabajar los detalles en los entrenamientos. Muchos de los movimientos ante el Barça ya estaban ensayados de antemano. Eso es un cuadro trabajado.
La defensa. El Alavés de este año no tiene a Javi Moreno, ni a Tomic, ni a Contra, tres futbolistas de indudable capacidad ofensiva. De hecho, su juego es menos rico. Sus delanteros están negados con el gol -Rubén Navarro sólo lleva dos e Iván Alonso y Vucko, con bastantes minutos menos, todavía no se han estrenado-. Sin embargo, el equipo va encontrando fórmulas alternativas. Las estrellas son ahora sus defensas, sobre todo Téllez y Coloccini. El internacional español está pletórico de anticipación y visión del juego -lo puede atestiguar Rivaldo-. El argentino, capitán de la selección sub 20 de su país, la campeona del mundo, ha marcado cuatro goles y en el Alavés no dudan de que será 'uno de los mejores futbolistas de la próxima década'. Uno y otro hacen méritos para ser mundialistas en Corea y Japón. El otro goleador del conjunto es el lateral izquierdo, el ex atlético Llorens, con cinco tantos. Gracias en buena medida, eso sí, a los penaltis.
Pablo. En un equipo sin apenas jugadores locales ni canteranos, Pablo Gómez es la semiexcepción -es de Vitoria, pero se crió en el club vecino, el Aurrera-. El centrocampista alavés vive una de sus mejores temporadas como profesional y ha mejorado con la llegada de un competidor, Witschge. Es el cerebro, en colaboración -unos metros por delante- con Jordi Cruyff.
Margen de mejora. El Alavés, también conocido como Glorioso, es líder, pero bien podría tener unos cuantos puntos menos. En más ocasiones de las normales ha recurrido a la suerte o a marcadores demasiado sufridos -es asiduo al 1-0-. Su fútbol no enamora tanto como la temporada pasada y no crea muchas ocasiones. Buena prueba es este dato: en un tercio de los partidos no ha logrado marcar. Pero, pese a todo, es el líder. El Alavés se sabe mejor de lo que ha demostrado hasta ahora.
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