_
_
_
_
Reportaje:

Juntos y quizás revueltos

Cajastur, EnBW y EDP pactan un acuerdo de gestión y control compartido de Hidroeléctrica del Cantábrico

Caja de Asturias (Cajastur), Electricidade de Portugal (EDP) y la compañía alemana Energie Baden-Württemberg AG (EnBW), ésta participada a su vez por la francesa Éléctricité de France (EDF), anunciarán oficialmente en los próximos días el acuerdo definitivo por el que van a compartir la propiedad y la gestión de Hidroeléctrica del Cantábrico (HC).

Se suprimirá el 'blindaje' de la compañía asturiana, se reequilibrarán las participaciones y se gobernará por consenso

De este modo se disipa el riesgo de bloqueo de la cuarta eléctrica española a resultas del reparto accionarial que emanó del proceso competitivo de ofertas públicas de adquisición (OPA ) que le dio la mayoría absoluta (59,66%) al consorcio formado por EnBW y la española Ferroatlántica (Grupo Villar Mir), pero no la suficiente (75%) para poder suprimir, según los estatatutos de Cantábrico, el blindaje vigente en la compañía asturiana. Estas medidas defensivas, esgrimidas por Cajastur, único socio histórico de Cantábrico, limitan la capacidad de voto al 10% del capital, cualquiera que sea la participación que posean los accionistas, y permite demorar la entrada en el consejo de nuevos accionistas durante tres ejercicios.

El pacto de EnBW con Cajastur y su aliada EDP supondrá el reequilibrio accionarial entre las compañías eléctricas alemana y portuguesa y el reforzamiento del papel de la caja, que accederá, a cambio, a la supresión del blindaje. El pacto comportará la renuncia de Ferroatlántica a continuar en la operación. Villar Mir ha dicho que no acepta la pérdida de la mayoría absoluta que ahora comparte con EnBW, y de hecho no está participando en las conversaciones. Su salida le permitirá engrosar, no obstante, 8.000 millones de pesetas en virtud de los acuerdos suscritos por Ferroatlántica y EnBW.

El concierto entre Cajastur, EnBW y EDP permitirá a Cantábrico restablecer la paz interna y la estabilidad accionarial tras 21 meses de convulsión e incertidumbre, durante los que la cuarta eléctrica española fue objeto de cinco OPA sucesivas, en la más enconada y dilatada pugna que se recuerda por hacerse con el dominio de una sociedad española cotizada en Bolsa. El pacto, que ya está prácticamente cerrado y será oficial en los próximos días, entraña además una experiencia inédita en el sector energético: la convivencia y colaboración en el accionariado de una eléctrica española de dos multinacionales europeas del sector.

El acuerdo se fundamenta en el gobierno compartido de la eléctrica asturiana, que conservará su actual autonomía y capacidad de decisión, sin perjuicio de la búsqueda de posibles sinergias con sus accionistas de referencia. Y aunque el pacto tiene carácter indefinido, y por tanto ilimitado, compromete a los firmantes a garantizar la estabilidad accionarial de la compañía durante al menos los próximos cuatro años, hasta 2005.

Reparto de capital

El compromiso que han alcanzado los tres accionistas pasa por un reequilibrio del reparto de capital entre los socios, de manera que EnBW y EDP pasarán a tener en torno a un 40% cada uno de Cantábrico y Cajastur asumirá el 20% restante. En la actualidad, y tras el último proceso competitivo de OPA, EnBW, en alianza con la española Ferroatlántica, posee el 59,66% (casi dos tercios del accionariado); EDP comparte con la caja el 19,26%, y Cajastur mantiene el 15% que ya controlaba directa e indirectamente en la eléctrica.

Merced a esta redistribución del capital, por la que los dos socios internacionales mantendrán posiciones casi paritarias, la caja asturiana renunciará a ejercer el bloqueo que le permiten los estatutos de Cantábrico, lo que eximirá a EnBW de un largo y proceloso contencioso jurídico para recabar su entrada en los órganos de la eléctrica. A cambio se le reconocerá a Cajastur una capacidad de influencia y de presencia en las decisiones estratégicas superior a su participación accionarial.Este pacto tendrá de inmediato tres efectos: la presumible salida de Bolsa de Cantábrico mediante una OPA de exclusión sobre el 3,65% que aún está en el mercado, y que ya fue autorizada por la junta general de accionistas de junio; unos nuevos estatutos, que restablecerán la equivalencia entre participación accionarial y poder decisorio, y la renuncia de Ferroatlántica (hasta ahora asociada a EnBW) a continuar en la operación. La salida de Bolsa no se considerará definitiva. Los tres aliados incluirán en el acuerdo mecanismos de retorno de HC al mercado, lo que en todo caso no ocurrirá antes de 2005, dado el pacto de estabilidad accionarial que les comprometerá hasta esa fecha.

La OPA de exclusión la realizará una sociedad instrumental de nueva creación, participada por Cajastur, EnBW y EDP, y a la que los tres accionistas aportarán sus actuales paquetes accionariales en Hidrocantábrico. Será en el seno de esa compañía holding, que pasará a ser titular del cien por cien de Cantábrico, donde se procederá a la posterior redistribución de paquetes entre los tres socios de acuerdo con el nuevo reparto pactado. El precio que regulará estos intercambios se aproximará a los 27,3 euros por acción que pagaron EnBW y Ferroatlántica en su OPA. EDP y Cajastur habían hecho su OPA a 24 euros.

Derechos preferentes

Cajastur, EDP y EnBW se reconocerán, asimismo, el derecho preferente de adquisición recíproca de sus respectivos paquetes en el caso de que alguno de ellos opte por abandonar Cantábrico a partir de 2005. A su vez, Cajastur gozará de un put (opción de venta) que le garantizará un precio mínimo de 26 euros, y con una cláusula de actualización según un índice bursátil, lo que le permitirá diluir su concentración de riesgo bancario en la eléctrica. El contrato entre accionistas, que sustituirá al actual blindaje, establece los mecanismos de decisión por consenso y, en su defecto, por mayoría, que en decisiones estratégicas de especial relevancia exigirá mayorías reforzadas.

EDP y EnBW se comprometen, además, a canalizar sus acciones en España y las de sus compañías matrices a través de Cantábrico exclusivamente. Y, salvo en Brasil, donde EDP ya está implantada, los socios prevén que la eléctrica asturiana sea el agente inversor en Latinoamérica si en un futuro decidiesen extenderse a esos mercados.

Pero el objetivo inmediato será impulsar el crecimiento de Cantábrico en España, donde actualmente representa el 5% del sector. Los planes prevén invertir 1.000 millones de euros a corto plazo y alcanzar los 1.500 o 1.700 millones de euros en cinco años para ampliar la capacidad de generación eléctrica, potenciación de la filial de gas, desarrollo de la subsidiaria de energías renovables y expansión comercial y de distribución.

Manuel Menéndez, presidente de Cajastur y de Cantábrico
Manuel Menéndez, presidente de Cajastur y de CantábricoEFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_