'Mejor un empleo de una empresa de trabajo temporal que nada'
Luis Peral Guerra (Madrid, 1950), consejero de Trabajo desde el pasado septiembre, habla despacio. Analiza cada una de sus frases cuando se refiere el mundo laboral y se anda con pies de plomo al anunciar algún tipo de medida para reducir la siniestralidad laboral. Este licenciado en Derecho y Ciencias Económicas asegura que tras cada accidente de trabajo 'hay una tragedia humana', pero no está dispuesto a cambiar su estrategia para hacer frente a un problema que ha acabado con la vida de 36 personas en lo que va de año en el sector de la construcción. 'Sólo me preocupa lo que se haya podido hacer y no se haya hecho para evitar una desgracia', dice.
Pregunta. ¿Cuál es su opinión sobre las empresas de trabajo temporal?
'La atención de enfermos y ancianos requiere 10.000 nuevos puestos de trabajo'
Respuesta. No tengo una opinión concreta sobre ellas, pero bien es verdad que facilitan la entrada de los parados en el mundo laboral. Y creo que es mejor obtener un trabajo a través de ellas, aunque las condiciones no sean las deseables, que seguir en el desempleo. De todas formas, no son la opción mejor para una persona que carezca de trabajo.
P. La siniestralidad laboral sigue en alza. ¿La Comunidad no es capaz de atajarla?
R. Tenemos nuevas herramientas legales que nos permitirán reducir este grave problema. Hemos ampliado el número de inspectores de Trabajo y Seguridad Social y vamos a introducir cláusulas de penalización en los contratos públicos teniendo en cuenta los índices de incidencia y la siniestralidad laboral. Queremos, además, impedir que contraten con la Administración aquellas personas sancionadas con carácter firme por cualquier infracción a la normativa de seguridad y salud en el trabajo.
P. Usted es un político que procede del mundo de las grandes infraestructuras. Hasta la última remodelación del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón era viceconsejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes. ¿No está un poco alejado del mundo sindical?
R. Desde mi nombramiento, mantengo numerosas reuniones con el mundo sindical y empresarial. Las relaciones con ellos son muy fluidas.
P. El presidente regional, en su último discurso en el debate del estado de la región, presentó a su consejería como una de las herramientas fundamentales del nuevo Gobierno.
R. Tenemos una gran responsabilidad. Contamos con un presupuesto de casi 70.000 millones, lo que significa un gran esfuerzo por parte del Ejecutivo y de los madrileños.
P. La Consejería de Trabajo se ha convertido en el catalizador de las políticas regionales de empleo. Es usted el responsable del nuevo Servicio Regional de Empleo, que asume las competencias del Inem, de los cursos de formación de parados, de la política de empleo femenino... ¿Qué sentido tiene que existan servicios municipales de formación?
R. Todo. Los ayuntamientos desarrollan una gran labor con los desempleados. Nos ayudan muy notablemente en la puesta en práctica de los cursos de formación.
P. Pero en el fondo hacen lo mismo que la Comunidad. ¿No tendría más sentido reclamar la desaparición, por ejemplo, del Imefe, institución del Ayuntamiento de Madrid?
R. Rotundamente, no. El Imefe, con los problemas puntuales que haya tenido, se ha mostrado como una herramienta excelente a la hora de formar desempleados. Eliminar los sistemas de formación de los ayuntamientos sería reducir la capacidad de enseñanza y preparación de parados en la Comunidad.
P. A diferencia de otros consejeros, ha mantenido a toda la cúpula directiva de su antecesor, en este caso Luis Blázquez, que era, hasta la última remodelación, consejero de Economía y Empleo.
R. El equipo de Blázquez realizó una labor encomiable mientas éste fue responsable de Trabajo. No tengo, por tanto, por qué dudar de que no sigan realizando el mismo esfuerzo y pongan la misma dedicación. Son profesionales que han demostrado una gran capacidad.
P. Esta misma semana un trabajador ha muerto aplastado por una viga. ¿Qué hace la Consejería de Trabajo para evitar este tipo de accidentes?
R. Sólo me preocupa lo que haya podido hacer y no se haya hecho. Soy consciente de que cada accidente es una tragedia personal irreparable. Emprenderemos una campaña exhaustiva de inspecciones en las pequeñas obras de la región. Puede que ahí esté la clave.
P. ¿Cuántas obras ha parado por problemas de seguridad desde que llegó al cargo?
R. Ninguna por el momento, pero ya he confirmado varias multas. Soy consciente de que los empresarios van a colaborar, porque la seguridad rinde económicamente. Un accidente en un obra, aparte de la desgracia personal, daña la imagen de las empresas.
P. ¿La situación laboral de los inmigrantes le preocupa?
R. En los últimos meses se han legalizado más de 80.000 en Madrid. Hay que formarles, porque la región puede darles cabida. En los servicios sociales, cuidando enfermos o personas mayores, por ejemplo, se necesitan entre 10.000 y 15.000 trabajadores.
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