Alfredo Pastor pide a los economistas que se acerquen a la gente y 'renuncien a saberlo todo'

Los economistas 'deben renunciar a ser magos y a saberlo todo'. Esta frase resume la modestia con la que el economista Alfredo Pastor proclamó ayer el papel de estos profesionales ante varios centenares de asistentes a la conferencia inaugural de las jornadas del Colegio de Economistas de Cataluña. Pastor, antiguo secretario de Estado de Economía y actual profesor el IESE, afirmó que en los últimos años 'se han dicho muchas bestialidades' por parte de los economistas y agregó que el oficio de economista debe consistir en 'volver a vincular lo económico con lo humano'.

Pastor evitó hablar del euro y del poseuro, que ha sido el eje de las jornadas de los economistas de este año. Prefirió reflexionar en voz alta ante la flor y nata de la profesión. 'Hemos de renunciar a ser magos. Nos hemos querido convertir en físicos y nos hemos cortado', afirmó el economista. Pastor no leyó su discurso, sino que fue desgranando su intervención dejando retazos de su pensamiento. 'Se nos pregunta y se nos utiliza para que digamos barbaridades', dijo para resumir los excesos con los que, a su juicio, opinan algunos de sus colegas.

Pastor defendió que los economistas, frente a las ciencias empíricas, saben de algunas materias, pero no de demasiadas. 'En el terreno macroeconómico, los economistas sabemos algunas cosas, como por ejemplo que un exceso de gasto público es malo para la economía, que una inflación alta es también mala y que eso lleva al paro. En el terreno microeconómico, sabemos de los fallos del mercado, de los males de los monopolios y de la política de incentivos a las empresas', añadió.

El economista, que vive a caballo entre Barcelona y Shangai, llamó a no simplificar la globalización económica en tres grupos: 'Los conformistas, que la dan por hecha. Los que piensan sobre ella. Y los revolucionarios, que quieren acabar con las multinacionales'.

Mas actúa contra la crisis

En las mismas jornadas, el conseller en cap, Artur Mas, que presidió el acto inaugural, volvió a hacer gala de que el Presupuesto de la Generalitat de este año se ha puesto al servicio de intentar hacer contrapeso de la crisis económica que muchos ya ven en ciernes después de las revisiones a la baja del crecimiento por parte de los organismos internacionales. Un Mas de corte keynesiano dijo en las jornadas: 'Vamos a aumentar nuestra inversión un 40%, muy por encima del 10% que crecerá el Presupuesto de la Generalitat el año que viene'.

El conseller en cap aseguró que, a diferencia de la ultima crisis 1993-1994, la economía catalana, y en general la europea, está en mejores condiciones para resistir una eventual crisis económica. 'Tenemos tipos de interés bajos, una tasa de inflación baja y hemos reducido los déficits públicos'. La Generalitat tiene previsto para el año que viene un superavit presupuestario de 1.700 millones de pesetas y esto, en opinión de Mas, es lo que le permite incrementar la inversión pública, pese a que Cataluña es la comunidad que menos invierte, si se compara con las que tienen sus mismas competencias.

Mas advirtió que, en momentos de incertidumbre económica 'se han de hacer mejor las cosas porque tanto los errores como los aciertos tienen doble valor'.

Las sesiones contaron con la aportación de un centenar de ponentes, que analizaron factores de las empresas catalanas como la formación, las infraestructuras y la innovación tecnológica. Los economistas homenajearon a Ernest Lluch, el profesor y ex ministro asesinado por ETA hace un año, que fue nombrado ayer colegiado de mérito de los economistas catalanes.