'La FARA tendría que estar al margen del dinero'

José Maldonado (Málaga, 1947) se ha labrado en los últimos trece años fama de ser un Robin Hood de los gitanos. El presidente de la Asociación pro derechos de los gitanos y gitanas (Prodegi) y portavoz de la FARA fue detenido el martes 2 de noviembre en una operación por fraude a Hacienda, blanqueo de capitales y tráfico de drogas, en la que están implicadas otras 20 personas, de las que tres están en prisión. Está en libertad bajo fianza y se declara inocente.

Pregunta. ¿Es usted gitano por los cuatro costados?

Respuesta. Mi padre era gitano y mi madre paya. No sé qué parte me corto que me duela más. Mi padre murió cuando yo tenía dos años y mi madre se volvió a casar con un payo. Tengo tres hermanas y un hermano que no son gitanos. De toda mi familia entera el único que soy gitano soy yo.

P. O sea, que usted fue educado fuera de las leyes gitanas...

R. No fui educado al modo gitano, ni en las leyes gitanas.

P. Y ¿cuándo hizo su camino de retorno a sus raíces gitanas?

R. En 1988, tenía un almacén de venta al mayor de confección y allí establecí un comedor y un colegio de verano, para que los niños gitanos no estuvieran en la calle, que les podían aplicar la ley contra la mendicidad y quitárselos a sus padres. Aquel colegio no estaba subvencionado. Entré en la presidencia de Prodegi y de vicepresidente de la FARA, que se creó entonces.

P. ¿Cuándo empezó el programa de integración escolar?

R. En el 89-90. Ese sí estaba subvencionado, a la Federación Andaluza.

P. De la que usted fue presidente entre 1989 y 1991...

R. Ahí está mi culpa y un gran error por mi parte. La Consejería de Trabajo subvencionaba a las asociaciones, tanto gitanas, como no gitanas, sindicatos... para cursos de formación del programa Andalucía Joven y para parados de larga duración. En 1989 la FARA no recibía estas subvenciones. Ese año Málaga tenía 14 monitores y Sevilla 18, pero otras provincias no tenían ninguno. Entonces se puso todo conjuntamente y en vez de cada asociación pedir sus monitores se le concedían 80 a FARA y se repartían por provincia, allí donde había más necesidad.

P. Y ¿por qué fue eso un error?

R. Donde ya interviene el tema económico, hay problemas...

P. ¿Tensiones internas?

R. No internas. Lo que quiero decir es que la FARA se tendría que haber quedado al margen del tema económico, del dinero, y haber luchado, como está luchando, por la defensa de su pueblo.

P. Usted ha dicho que hasta donde usted sabe no ha habido ninguna irregularidad.

R. Los monitores de los programas subvencionados han cobrado todos sus sueldos, sus nóminas...

P. Entonces, ¿no se ha estado deduciendo una parte del sueldo de los empleados de FARA?

R. El tema económico no lo llevo yo.

P. También usted se ha quejado de que no haya gitanos en la secretaría gitana de la Junta.

R. Al principio los había. Pedro Peña, Joselito y el tío Rafael, y ahora no hay ninguno.

P. ¿Cómo se explica que el jefe de la secretaría gitana, José Manuel Leal, denunciara amenazas por parte de FARA y después haya sido detenido?

R. No lo entiendo. El año pasado los miembros de la directiva fuimos a ver al consejero de Asuntos Sociales y le dijimos que las relaciones con el señor Leal no eran amigables. Y él nos dijo: 'Os he entendido, sé lo que queréis, dadme tiempo para meter el bisturí'. Entonces había buenas relaciones del consejero con la Federación, aunque siempre existía lo que existe con todos los movimientos: 'te vamos a traer 500 gitanos con el tema de los niños, que hay un montón de madres que no saben dónde están sus hijos...'.

P. Esta directiva está acusada de no ser democrática.

R. Sí que no es. Fue elegida en una asamblea en el Hotel Pinar de Torremolinos.

P. Pero la dimisión de la anterior directiva la forzaron unos 50 gitanos que fueron a una reunión en Córdoba, en noviembre de 1998, acompañados de una docena de patriarcas. Y los visitantes, entre los que estaba usted, reclamaron la dimisión invocando la ley gitana. ¿Qué habían hecho mal?

R. Si esto se confunde con las leyes no gitanas es como si estuviéramos fuera de la ley. No es que lo hubieran hecho mal, según los estatutos o las leyes no gitanas. Pero los puestos no son a perpetuidad y hay que darle paso a los demás.

P. En el sumario del caso en el que usted está imputado se habla de una inversión de 60 millones de la FARA en letras del Tesoro.

R. Yo lo ignoro.

P. Y que se ha comprado una finca de olivos en Sevilla.

R. Lo ignoro. Yo vivo en La Cala, en un piso de alquiler, por el que pago 55.000 al mes y no tengo patrimonio. El taller de confección lo lleva mi mujer, que tiene un R5 de hace once años, y yo tengo un Audi 100 del 82. A mí no me han registrado mi casa. No me han intervenido mi coche...

P. ¿Qué va a pasar con FARA?

R. Nos reuniremos probablemente la semana que viene, para designar una dirección provisional que se encargue hasta que veamos claro y la Justicia decida. Los programas de integración deben continuar. Ese es el verdadero problema.