La apertura comercial de China anima las expectativas de la industria tecnológica

Hace dos años eran internautas cuatro millones de chinos. Hoy son 26 millones. Hace dos años había 43 millones de teléfonos móviles en China; hoy 123 millones, más que en Estados Unidos.La importancia de China no es por lo que es, sino por lo que puede llegar a ser.

La semana pasada China ingresó en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Un total de 1.300 millones de chinos verán eliminadas las trabas para exportar y para importar. 'China se va a convertir en la fábrica del mundo de este siglo', como lo fue Japón tras la II Guerra Mundial, según el viceprimer ministro de Singapur. También pretende mostrar al mundo las olimpiadas más tecnológicas en Pekín 2008.

Eso pasa por abrir los sectores más protegidos como la industria del automóvil, la banca, los seguros y las tecnologías de la información. Fuentes oficiales calculan que más de mil leyes locales y nacionales deberán modificarse. Por ejemplo, la práctica de doble precio de los productos nacionales, según sean producidos para vender en China o en el extranjero.

El enorme potencial chino atrae la inversión extranjera de las nuevas tecnologías, que atraviesa un momento renqueante. En el último semestre, las 100 primeras empresas de tecnología cayeron en la bolsa de Nueva York un 23,5%, según Businessweek, y muchas han perdido el 90% de su valor.

China genera actualmente el 3,2% del comercio mundial. Cifra que se prevé aumentar hasta el 7% en cinco años, según la Comisión Europea. Los 120 millones de chinos que forman la clase media, con ingresos de 8.000 dólares anuales, podrían llegar a ser 500 millones en el año 2005, según la consultora Goldman Sachs.

El potencial del país no parte de un erial. La población china está considerada de las más ahorradora del mundo. El régimen de Pekín ha promovido una infraestructura propia de tecnologías de la información (telefonía móvil, redes de fibra óptica, televisión por cable, voz sobre IP, sistemas de satélites...). Desde la década de los 80, este mercado ha experimentado un desarrollo excepcional y representa el 1,4% del producto interior bruto (PIB).En 1999, China era el segundo país del mundo en inversiones extranjeras directas, por detrás de Estados Unidos. Un dinero que ha contribuido al crecimiento económico, cifrado en los últimos 20 años en el 7% anual. Pero también es el país de la piratería informática. El 94% de los programas son piratas, según la BSA.

Con apertura comercial o sin ella, con censura o sin ella, China era ya un lugar básico para instalar cualquier negocio, desde portales (Yahoo!), buscadores de Internet (Google), gigantes de la informática (Microsoft) o fabricantes de ordenadores (HP y Dell). Todos preparándose para estar en primera línea de salida cuando se abrieran las puertas de la muralla. Pues bien, ya se están abriendo.