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Sabadell acoge la exposición más completa de De Chirico en España

La exhibición reúne hasta enero un total de 35 obras del artista

Un total de 35 obras de Giorgio de Chirico (Volo, Grecia, 1888-Roma, 1978), precursor del surrealismo, se exhiben hasta el próximo 6 de enero en la sala de exposiciones de la Fundación Caixa de Sabadell. La exhibición, que recorre la obra del artista hasta 1959, es la más completa de las de De Chirico realizadas hasta ahora en España. Las obras, procedentes de diversos museos y colecciones privadas, muestran el periodo más evolutivo del pintor, según la comisaria de la exposición, Martine Soria.

Pese a que la exposición abarca sólo un periodo concreto de la obra de Giorgio de Chirico, hasta 1959, Martine Soria asegura que es altamente significativa de la obra del artista, 'porque tras este periodo todo es lo mismo, no hay evolución ni nada nuevo en su obra', dice la comisaria de la exhibición.

La carrera artística de De Chirico arranca con una obra metafísica, un paisaje casi desértico y unas figuras negras, sin forma ni rostro, que suben a un convento. El cuadro transmitre mucha soledad. De Chirico tenía tan sólo 20 años cuando pintó Salita al convento. Soria describe así a este creador que saltó de la pintura metafísica al clasicismo en cuestión de días: 'Era un hombre bastante perturbado, pero con una cultura inmensa; sus obras reflejan muy bien su soledad'.

Sobre el cambio de estilo, Martine Soria no tiene explicación, pero describe a Chirico como un creador muy independiente, que asumía que 'tenía derecho a hacer lo que él quería'. La comisaria pone como ejemplo una anécdota: 'Una señora le pidió dos obras de su periodo metafísico, pero éstas ya estaban vendidas. Como solución, el artista le dijo que le haría dos réplicas aún mejores y que sólo le cobraría 1.000 liras'.

El que fue el artista 'revelación del surrealismo' saltó al clasicismo en 1924. Aun así, posteriormente las obras metafísicas vuelven a los cuadros de De Chricior -en un mismo año es capaz de producir una obra surrealista y una clásica-. Su producción surrealista se caracteriza por los lugares desiertos, los arcos, las columnas, las estatuas y maniquíes desmesurados, al lado de los relojes o chimeneas de fábricas, donde el tiempo y la lógica, simplemente, no existen. Su periodo clásico se destaca por los caballos y los autorretratos, con muchas reminiscencias griegas -aunque de padres italianos, De Chrico nació en Grecia-. Sin embargo, el artista recorrió varios países y también la arquitectura de Múnich se refleja en algunas de sus obras.

Sea como fuere, 20 años después de su muerte, sigue siendo uno de los artistas más discutidos del siglo XX. Su actitud y sus cambios de estilo siguen creando desconcierto y violentas polémicas, sobre todo porque él mismo realizó múltiples réplicas de sus cuadros. Otra de sus peculiaridades es que ponía fechas en sus obras que no eran reales. Y es que De Chirico no soportaba que embalsamasen su obra. En una entrevista de 1973, a propósito de las fechas, las definió como 'manías creadas por los críticos y los comerciantes que acaban por dar al cuadro no un valor de obra de arte, sino de filatelia'.

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