Ricardo y su fe salvan al Valladolid

Un gol de Tote, un poco de intensidad, un fenomenal marcaje al hombre sobre Víctor y un acto de fe, el de Ricardo cada vez que un delantero se le planta delante para embocar la pelota en la portería. Eso fue lo que colocó al Valladolid por delante del Villarreal, lo que provocó que los de Moré pudiesen deshacer su fea trayectoria como locales y que dos meses después del inicio del campeonato trasladasen por fin a Zorrilla la diligencia con que se manejan lejos de Valladolid.

Al Villarreal se le fue el partido delante de Ricardo porque el portero blanquivioleta se encuentra en estado de gracia aun cuando sus defensas vivan al borde del estado de excepción y permitiesen que Palermo se le enfrentase cara a cara hasta en dos ocasiones. Ésa fue toda la cuota del equipo de Víctor Muñoz y ni las entradas de Guayre y Craioveanu fueron capaces de cambiar ese signo. Antes, Moré había optado por el músculo para frenar al rival y sólo con echar mano de la efectividad de Tote tuvo resueltos pocos problemas que le quedaban por despejar.