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La Universidad de Alcalá recupera para uso docente el Colegio de Físicos, un edificio de sus primeros orígenes

El antiguo Colegio de Físicos, un edificio del siglo XVI que hasta hace un par de años fue sede administrativa de la Real Sociedad Deportiva Alcalá, el equipo de fútbol local, y de un restaurante especializado en barbacoas, se sumará en breve a los inmuebles de la primera manzana de la Universidad de Alcalá que han recuperado los usos docentes. La institución de enseñanza superior ha invertido 100 millones de pesetas (161.000 euros) en restaurarlo y, cuando lo amueble, ubicará en él la sede del Consejo de Estudiantes. La limpieza de cara ofrecerá al visitante una novedad: poder ver los vítores, los graffiti de la época, hechos por estudiantes del siglo XVI.

Los vítores son letreros escritos directamente sobre una pared en aplauso de alguna hazaña, como la superación de los estudios. Han aparecido en la parte superior de uno de los muros de la galería de la planta superior al quitar las capas de revoco contemporáneas y se han dejado a la vista, según explicó la arquitecta que ha dirigido la obra, Ana Marín.

La corrala ha sido descargada de los elementos añadidos durante su época de local hostelero. Se han recuperado las galerías de la planta baja y primera y se han resguardado, para poder usarlas en invierno, con un cerramiento de cristal que trata de ser lo menos visible posible. En la primera planta se ha restaurado la madera de la balaustrada y las columnas de la galería y se han recuperado los artesonados del techo. El edificio pondrá a disposición de los representantes estudiantiles 10 cuartos.

Este antiguo Colegio es propiedad de la Sociedad de Condueños, como los demás edificios de la manzana fundacional de la Universidad, los que arropan al Colegio de San Idelfonso o Universidad Cisneriana, la joya monumental de Alcalá. La Sociedad se creó en 1850 cuando, tras el traslado de la Universidad a Madrid, se empezaron a desmantelar las fincas de la manzana. Un grupo de alcalaínos se unió para comprarlos y preservarlos hasta la vuelta de la institución, que se produjo en 1977. Poco a poco, la Universidad se ha convertido en la inquilina mayoritaria.

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