El déficit del Estado se elevó un 22,2% pese al recorte de la inversión
Las cuentas del Estado reflejan dificultades, aun cuando la situación económica no ha empezado a flojear tanto como se prevé para los próximos meses. El saldo de caja (ingresos menos pagos realizados) se situó a finales de septiembre en 9.913 millones de euros, cuando lo previsto para el cierre del ejercicio son 1.446 millones de euros. El crecimiento es del 22,2% con respecto a los nueve primeros meses de 2000, mientras que en los Presupuestos de este año figura un recorte del 40%.
En contabilidad nacional (ingresos menos pagos comprometidos), el saldo entre enero y septiembre ha sido negativo y alcanza el 0,6% del PIB, una décima por encima del nivel del mismo periodo del año anterior. El objetivo para el cierre del ejercicio es un déficit del 0,5% del PIB, que se compensaría con un superávit de la misma cuantía en la Seguridad Social para alcanzar el equilibrio. La secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, garantizó ayer que las cuentas se cerrarán con déficit cero.
En los nueve primeros meses y en términos de caja, los ingresos crecen ligeramente por debajo de las previsiones (un 3,4% frente a un 3,6%), mientras que el ritmo de los pagos supera más ampliamente a lo que se fijó en los Presupuestos (5,1% frente a 4,7%). Los gastos de inversión pública han caído un 7,1% en cuanto a las realizadas directamente por el Estado. Incluidas las transferencias a otros organismos y administraciones, la inversión pública se encuentra prácticamente congelada. Rodríguez aseguró que al cierre del año se ejecutará el 93% del presupuesto de inversiones.
Los ingresos mantienen un ritmo de crecimiento bajo (3,4%) si se compara con el de la actividad económica (más del 6% sin descontar la inflación), lo que significa menos capacidad de resistencia frente a la crisis. El pasado año se cerró con un aumento de los ingresos del 7,5%, bastante similar al crecimiento de la economía (7,7%).
