Zapatero califica el resultado de 'paso adelante' tranquilo

La satisfacción que ayer embargaba a los socialistas no les hizo perder el punto de realidad respecto a la contundente victoria por mayoría absoluta del PP. 'Ha sido un paso adelante, se ha consolidado el liderazgo de Emilio Pérez Touriño, y se han fijado las bases para trabajar como una verdadera alternativa de Gobierno. Paso adelante tranquilo pero no un salto espectacular'. Zapatero felicitó efusivamente a sus compañeros y desde luego al ganador, Manuel Fraga. Ésta fue en síntesis la descripción que ayer hizo el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, del resultado electoral tras la reunión de la ejecutiva federal, en presencia del candidato a la presidencia de la Xunta Pérez Touriño, miembro también de la dirección federal socialista.

Todo fueron parabienes hacia Pérez Touriño de sus compañeros de la ejecutiva en Madrid. 'El éxito ha sido de Pérez Touriño, solo suyo y de los compañeros gallegos', dijo el máximo líder del PSOE al ser preguntado sobre si había tenido alguna incidencia en los resultados su presencia, su campaña, muy intensa en Galicia, y, en suma 'el efecto Zapatero'. 'Yo creo que los ciudadanos votan exactamente lo que se dirime en cada momento y en esta ocasión eran elecciones autonómicas', opinó el líder socialista.

Inyección de moral

Pasadas las horas los resultados se van colocando en su justa medida. La alegría de los socialistas se mantiene después de las horas de angustia que pasaron al conocer las estimaciones iniciales que les situaban en 13 o 14 escaños. En esos momentos pensaron que quizá el PP tenía razón al haber 'calentado' durante días el ambiente en el sentido de que el PSOE iba a estrellarse. Hasta el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, el pasado viernes, desde la mesa del Consejo de Ministros, auguró unos pésimos resultados para los socialistas y puso a Rodríguez Zapatero al frente del posible fracaso. 'Me extrañó escuchar a Pío Cabanillas dedicar tanto tiempo a mi persona; no sé por qué me dedican tanto cuando al propio tiempo dice que el PSOE no le preocupa nada', señaló.

De vuelta al análisis electoral, el líder socialista resaltó los aspectos para él más agradables. Primero 'una inyección de moral' para sus compañeros, después de diez años de caída. A continuación la 'cohesión' que ahora existe en la organización gallega, después de años de peleas que desembocaban en la defenestración de los candidatos. Lo mejor de todo, para Zapatero, es el avance en los núcleos urbanos ya con la mirada puesta en las elecciones municipales del 2003.