Un ciclista encuentra el cadáver de una mujer en la Casa de Campo
La policía sospecha que tras el homicidio hay un caso de violencia doméstica
El cerro Garabitas, en la Casa de Campo, es uno de los lugares favoritos de los ciclistas madrileños. Ayer, un deportista que salió desafiando al mal tiempo encontró una macabra sorpresa en su recorrido. En una zanja situada en la subida a las Fuentes de las Cobatillas halló el cadáver de una mujer de unos 30 años con la cara machacada a golpes y el cuello roto. La policía descarta en principio que la víctima, que iba indocumentada, sea una de las numerosas prostitutas que trabajan en el pulmón verde de la ciudad, y se inclina por un crimen por celos o un caso de violencia doméstica.
El ciclista encontró el cuerpo sin vida de la mujer sobre las 12.45. El cadáver estaba dentro de una de las zanjas, de menos de un metro de profundidad, que impiden que los coches se adentren en las zonas más pobladas de árboles. Los pies de la víctima, enfundados en unos calcetines de un vivo color rojo, eran visibles desde la pista asfaltada que utilizan ciclistas y aficionados a correr y que pasa a apenas 10 metros de la zanja.
De inmediato, el ciclista avisó a la policía y se personaron en lugar agentes de la Brigada de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía. El cadáver, que estaba boca arriba, presentaba numerosos signos de violencia. Tenía la cara desfigurada por los golpes, el cuello en una extraña torsión que indicaba que pudiera estar roto y cortes en la zona cervical. Algunas de las erosiones y marcas del cadáver, según fuentes de la investigación, indicaban que la víctima había intentado defenderse de su agresor.
IndumentariaLa mujer, morena y corpulenta, llevaba un teléfono móvil y algunas joyas de poco valor. Iba vestida con unos pantalones de color tostado y un jersey gris. Las mismas fuentes han señalado que la indumentaria de la mujer era ropa 'de estar por casa'. Los calcetines rojos no presentaban manchas de tierra y la ropa estaba relativamente limpia, por lo que la policía sospecha que fue asesinada en otro lugar y trasladada a la Casa de Campo en un intento de ocultar el crimen.
Fuentes de la investigación han descartado, en principio que la mujer sea una de las numerosas prostitutas que se buscan la vida en la Casa de Campo. Ninguna de las meretrices que ayer pululaban por la zona recordaban ayer haber visto alguna vez a una mujer con las características de la víctima. Las primeras investigaciones apuntan a un caso de violencia doméstica.
Precisamente la proliferación de meretrices en la Casa de Campo y de los delitos asociados a la prostitución llevó al Ayuntamiento de Madrid a plantearse el cierre parcial al tráfico del pulmón verde de la capital para satisfacer las demandas de los vecinos de la zona. Pero, tras numerosas propuestas de cierre, un ensayo general de clausura del parque el pasado día 22 de septiembre con motivo del Día sin Coches, la aprobación de dos nuevas líneas de autobuses e incluso el anuncio por parte del concejal de Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, de que el cierre se haría efectivo antes del 15 de octubre, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, optó por aplazar sine die el cierre.
VigilanciaEl regidor afirmó el pasado viernes que los técnicos municipales están estudiando los 'efectos colaterales' que puede tener el cierre parcial de la Casa de Campo. Entre esos efectos colaterales ocupa un lugar destacado la posibilidad de que los cientos de prostitutas que acuden a la Casa de Campo se dispersen por otras zonas de la capital.
Miembros de la policía judicial y científica del Cuerpo Nacional de Policía rastreaban ayer los alrededores de la zanja en la que se halló el cadáver en busca de pistas. También un helicóptero sobrevoló la zona durante un par de horas en busca de indicios.
El hallazgo del cuerpo sin vida de esta mujer eleva a 73 el número de víctimas de muertes violentas en lo que va de año. Las cifras superan ya ampliamente las del año pasado, en el que la estadística se quedó en 43 víctimas.
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