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'Hemos aprendido la lección de la URSS en Afganistán'

El general retirado de cuatro estrellas Eugene E. Habiger tuvo una de las responsabilidades más delicadas del mundo: fue comandante en jefe de las fuerzas nucleares de EE UU. Vive en Tejas, donde colabora con las fundaciones Ted Turner y Gorbachov. Se encuentra estos días en Madrid para participar en la Conferencia sobre Transición y Consolidación Democráticas, organizada por la Fundación Gorbachov y la Fundación para las Relaciones Exteriores y el Diálogo Exterior (FRIDE).

Pregunta. ¿Será muy larga la guerra en Afganistán?

Respuesta. Hay fuerzas militares estadounidenses en tierra en Afganistán; pero pienso, mejor dicho, confío, en que los mandos militares estadounidenses hayan aprendido las lecciones de los británicos en el siglo XIX y de los soviéticos en el XX. Nunca hay que desplegar grandes efectivos militares en un país tan enorme, tan duro, en el que es muy difícil hacer llegar el apoyo logístico. Hay que luchar con pequeños grupos de operaciones especiales. Sería un error muy grave hacer una operación en tierra a gran escala.

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P. ¿Están los militares estadounidenses en contacto con sus colegas rusos para tratar este tema?

R. Los rusos están muy abiertos y las negociaciones se están produciendo a un nivel muy alto.

P. Como experto en armas nucleares, ¿cree que Bin Laden puede disponer de ese tipo de bombas?

R. Hay dos tipos de armas nucleares. Unas tienen una muy, muy alta posibilidad de funcionar y son muy seguras en su manipulación. Y pasará mucho, mucho tiempo antes de que un grupo terrorista pueda disponer de este tipo de armamento. Pero hay otro tipo de artefactos nucleares que son muy fáciles de hacer, incluso en casa, siempre y cuando, subrayo el condicional, puedan encontrar una cantidad apropiada de uranio enriquecido. Si lograsen este material, las bombas serían menos eficaces que las anteriores, pero podrían matar a miles de personas.

P. ¿Cree que después de los atentados del 11 de septiembre las Fuerzas Armadas de EE UU tendrán que ser replanteadas?

R. Cambiarán, de eso no hay duda. Cuánto cambiarán es lo que debe ser debatido. Desde los años noventa, ya se planteaban esas transformaciones cuando apareció una nueva dimensión de la guerra, llamada asimétrica. Creo que el concepto tradicional, con grandes masas de soldados, lo vimos por última vez en la Operación Tormenta del Desierto. Ahora nos enfrentamos con terroristas, que, aunque son muy pocos, pueden provocar mucha destrucción.

P. Y también cambiará el papel de las fuerzas armadas en la defensa de su propio país desde dentro.

R. En la guerra civil, las fuerzas de la Unión abusaron de civiles. Como consecuencia, en 1878, el Congreso prohibió a las fuerzas armadas actuar en el interior del país. Tenemos a la guardia nacional, que es un grupo que está entrenado como tropas federales y que están bajo el control operativo del Gobernador y pueden ser utilizadas interiormente; pero no por orden del presidente. Creo que el Congreso debería cambiar esa ley.

P. ¿Cuánto cree que durará la Operación Libertad Duradera?

R. Lo más importante, no es la operación militar. Es algo que se parece mucho más a la guerra que Estados Unidos lleva a cabo contra las drogas, contra la pobreza, contra el crimen... Nos enfrentamos a grupos internacionales y tendrán que implicarse muchas agencias gubernamentales, porque hay que perseguir sus dólares, sus comunicaciones, sus movimientos. Y están muy bien organizados y será muy difícil llevar a esa gente ante un tribunal.

Eugene E. Habiger, en Madrid.
Eugene E. Habiger, en Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

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