Carlo Colombaioni, el último de la gran dinastía de 'clowns', confiesa que sólo ríe con los políticos
El italiano, que siempre ha huido de las máscaras, imparte un curso para actores andaluces
Carlo Colombaioni siempre ha estado enamorado del Quijote, pero él piensa que su físico sólo le da para Sancho Panza. Al actor italiano, el único representante vivo de una saga de clowns famosa en todo el mundo, le gusta enfrentarse al público a cara descubierta, sin máscaras. Colombaioni, de 68 años y muchos trabajos, hace reir a la gente desde que tenía siete años. El payaso, conocido internacionalmente por la película de Fellini Los Clowns, está en Sevilla para compartir su sabiduría con 20 actores en el centro de producción Territorio de Nuevos Tiempos (TNT).
Ante la pregunta ¿quién hace reir a un clown?, Carlo Colombaioni contesta sin pensarlo: 'nadie'. Pero, acto seguido, entorna los ojos y esboza una sonrisa para rectificar: 'Bueno, la verdad es que cuando me siento frente a la televisión y oigo a los políticos, especialmente a Berlusconi, sí que me río', afirma el patriarca de la familia Colombaioni, una saga que sacó a la Comedia del Arte del cajón y le aportó la modernidad que necesitaba para seguir viviendo.
Carlo Colombaioni, que hace dos años tuvo problemas de salud y se vió obligado a reducir su frenético ritmo de trabajo, está enseñando a dar la cara a una veintena de actores andaluces, todos profesionales de compañías como Atalaya, Teatro Crónico o La Jácara. 'En teatro se abusa de la máscara. No sólo de la que oculta el rostro o del típico maquillaje blanco del clown, sino también de los personajes estereotipados. No me gustan los espectáculos que esconden la verdad detrás de una máscara. Si hablamos de personajes de la Comedia del Arte como Arlequino o Pulcinella, son bellísimos, pero están encerrados', asegura Colombaioni, uno de los ocho hermanos de una familia de payasos, acróbatas, juglares, mimos y trapecistas que han ido desapereciendo en los últimos años.
'El más grande fue mi hermano Nani, pero murió en Brasil, hace cuatro años. El apellido continúa. Tengo un hijo que es clown y varios sobrinos; pero ya no es lo mismo. Yo soy el último de una generación acostumbrada al trabajo duro del circo. Los jóvenes ahora quieren trabajar poco y ganar mucho', asegura el payaso que ha compartido escena con Darío Fo y ha sido maestro de grandes cómicos como Leo Bassi.Colombaioni está melancólico porque el circo se acaba. 'Es algo mágico con 2000 años de historia, pero está perdiendo la poesía en países como España o Francia. Sólo en Italia, donde todavía funcionan unos 200 circos familiares, se mantiene la tradicción', asegura el payaso favorito de Fellini.
El hombre de las mil caras, que ha llegado a Sevilla de la mano de Ricardo Iniesta para impartir un curso dentro del VII Laboratorio Internacional del TNT, confiesa que su personaje favorito es él mismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.