Pérez Touriño trata de resaltar su perfil moderado frente a la 'frivolidad' del PP

El candidato de los socialistas, Emilio Pérez Touriño, está tratando de llevar la campaña electoral por unos derroteros distintos a los que han mostrado hasta ahora los otros dos aspirantes. Por eso ayer, frente a los arrebatos del presidente del Gobierno, José María Aznar, que llegó a decir que 'a huevos' no le gana nadie al PP, Touriño prefirió ofrecer el aspecto moderado que le caracteriza. 'No se puede venir a Galicia a frivolizar con lo de los huevos', sostuvo, cuando lo que se está discutiendo en estas elecciones es el futuro de una de las comunidades más atrasadas de España, con problemas de todo tipo, entre los que citó la agricultura, la ganadería y la crisis pesquera, además de las altas tasas de paro. El presidente del PSOE, Manuel Chaves, que estos días acompaña a Touriño, recalcó además el aspecto 'machista' y retrógrado de esa expresión de Aznar.

El perfil que Touriño quiere destacar en esta campaña es el de un reputado economista, buen gestor -estuvo 10 años como alto cargo en Gobiernos socialistas- y hombre interesado por los problemas de la comunidad más que por el cruce de ataques entre políticos. Sin embargo, en el día a día, los dos pesos pesados de la política que tiene enfrente, Manuel Fraga y Xosé Manuel Beiras -líder del BNG- ofrecen frases impactantes que marcan los primeros mensajes de la campaña.

Pérez Touriño, aunque reaccionó a esas frases, trató de seguir con su línea y por eso visitó una de las fábricas punteras de Galicia, la de productos lácteos Clesa, y luego comió con un grupo de empresarios en Vilagarcía de Arousa. Los socialistas han decidido comenzar la campaña en plazas seguras, donde gobiernan sus alcaldes, y por eso ayer el acto central de la jornada fue un mitin en A Guarda (Pontevedra), donde hace sólo unos meses perdieron la alcaldía tras una moción de censura a la griega entre el PP e Izquierda Unida. Hoy, José Luis Rodríguez Zapatero estará en Ferrol, gobernada por le Bloque y los socialistas, y luego en Vilagarcía de Arousa, con alcalde socialista.