La desgracia de Flavio
El jugador se rompe el tendón de Aquiles y puede perderse otra temporada
El tendón de Aquiles derecho de Flavio Conceiçao se rompió en el entrenamiento del lunes pasado. La primera prueba reveló ayer una 'rotura parcial' del tendón y el jefe de los servicios médicos del club, Alfonso del Corral, admitió que ésto implica una lesión 'grave e importante' pero evitó aventurar un tratamiento o un tiempo de recuperación a la espera de nuevos exámenes. La curación de estos tejidos requiere entre dos y seis meses, según los especialistas. En el peor de los casos, esto significa que Flavio volverá a perderse una temporada. El año pasado, también en la pretemporada de verano, el centrocampista brasileño -nacionalizado español- comenzó a dar síntomas de una pubalgia que no pudo ser curada hasta que entró al quirófano. Volvió a jugar este verano después de cinco meses de recuperación. Ahora, otra vez, un percance amenaza con frustrar su carrera en el Madrid, que pagó 4.100 millones por su traspaso al Deportivo. La suma lo convierte en el cuarto jugador más caro en la historia del club, después de Zidane, Figo y Anelka.
Del Corral anunció los pasos que dará el cuerpo médico hasta tomar una decisión crucial: operar o seguir un tratamiento 'conservador' de fisioterapia y reposo. 'Vamos a someterle [a Flavio] a otras dos pruebas', explicó el médico; 'y después de analizarlas mantendremos el lunes una cumbre médica con el jugador para tomar una decisión sobre el plan que debemos seguir. No puedo decir ahora el tiempo que estará de baja'.
Flavio (Brasil, 1974) llegó al Madrid en agosto de 2000 recomendado por el ex director general José Pirri y el técnico Vicente del Bosque. Fue el segundo fichaje del presidente Florentino Pérez, una semana después de la adquisición de Luis Figo. Según el secretario técnico del Depor, Ricardo Moar, el brasileño necesitaba una confianza y una continuidad de partidos jugados que en Madrid no encontró. En la capital Flavio descubrió muchos competidores por el puesto y, además, no disfrutó de buena salud física. Más allá de un problema de rodilla, sus cuatro años en A Coruña fueron apacibles y fructíferos. Moar, como los amigos del futbolista consultados, coinciden en que se trata de una persona que 'necesita cariño'. También se ponen de acuerdo en calificarlo de 'chaval muy despistado'.
Esta temporada, Flavio daba síntomas de evolucionar en su juego y en su predisposición mental. Casado y con una hija, parecía más concentrado en los partidos. Ejemplo de ello fue el encuentro que jugó contra el Roma en el estadio Olímpico.
Pero su felicidad duró un par de semanas. Contra el Espanyol, en la última jornada de Liga, no fue convocado debido a las molestias en el talón.
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