El fiscal rebaja la pena pedida en el caso de la discoteca Yes & Yesterday

Las acusaciones sobre la muerte de un cliente de la discoteca Yes & Yesterday, de L'Hospitalet de Llobregat, atribuida a un portero del local, fueron rebajadas ayer por la fiscalía, que planteó que el suceso pudo constituir un homicidio imprudente, castigado con una pena de cuatro años de prisión, con el propósito de que el acusado no quedase impune por la falta de pruebas para juzgarlo por homicidio con 14 años de prisión.

Los abogados defensores y acusadores presentaron ayer sus informes, en la última jornada del juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia de Barcelona contra el acusado, David Barrio.

La fiscal presentó como calificación principal de los hechos que el suceso fue un homicidio, castigado con una pena de hasta de 14 años de prisión. Sin embargo, consciente de la falta de pruebas directas, la fiscalía presentó también como calificación alternativa una acusación de homicidio imprudente.

En principio, la acusación había sostenido que David Barrio sacó del local a la víctima arrastrándola hasta un callejón y una vez allí le propinó un golpe de kárate en la cabeza que le produjo una fractura craneal casi mortal de necesidad.

Ayer, al presentar sus calificaciones alternativas, las acusaciones contemplaron la posibilidad de que el portero no tuviera la intención de matar, sino de lesionar a la víctima, y se excedió en su reacción sin calcular el letal resultado de su acción. Las acusaciones particulares, conscientes también de las dificultades que puede encontrar el jurado popular para condenar al acusado por homicidio, se ha sumado a la segunda opción de la fiscal, rebajando con ello sus pretensiones iniciales.

El acusado reivindica su inocencia y mantiene que la víctima falleció de un golpe que se dio al caer al suelo.