_
_
_
_
Reportaje:Tercera jornada de la Primera División | FÚTBOL

El debate sobre Zidane está dentro

El vestuario del Madrid no termina de aceptar la llegada del francés

Diego Torres

Victoriosos y recién salidos de la ducha, los jugadores del Madrid que acababan de derrotar al Roma en su estadio marcharon contentos de regreso a España. Se abrió la puerta del vestuario del estadio Olímpico y Raúl fue contundente con un amago de sonrisa en la comisura de los labios: 'Hemos jugado el mejor partido desde que comenzó la pretemporada'.

Precisamente el día que no jugó Zidane, por sanción, el Madrid completó un gran partido. Sin duda, exhibió una superioridad que no se le había visto desde hace meses. Raúl, un capitán, lo dijo. Hierro, el otro, matizó momentos después: 'Zidane es uno más'.

La victoria contra el Roma acentuó un debate interno en el vestuario. El mismo cruce de opiniones que se extiende entre los aficionados y que la derrota ante el Betis enciende más, aun cuando el francés fue el mejor jugador en el Villamarín: ¿hasta qué punto estaba justificado fichar a Zidane? Para las estrellas del Madrid, la incorporación del superclase supuso un desafío, mezcla de aliciente profesional y amenaza para el amor propio. A Figo, Raúl y Hierro, Zidane les roba protagonismo. Entre los soldados rasos desencadenó sentimientos encontrados, de admiración y de miedo a que un recién llegado les pusiera obstáculos en la realización de sus propias ambiciones. Vieron con preocupación cómo el francés se aseguraba un puesto fijo en el once y, además, cobraba 1.000 millones por temporada.

'¿Jugará Zidane en Sevilla después de esto?', se preguntó un jugador tras el encuentro de Liga de Campeones -'esto' era la derrota del Roma a manos de su equipo, en el que no jugó el francés-. Las dudas se aclararon inmediatamente: 'Claro, si ha costado 13.000 millones de pesetas...'. Zidane jugó en Sevilla, y muy bien, pero el nivel de sus compañeros cayó respecto al mostrado en Roma. Entonces se le volvió a ver solo, destacado por encima del resto y cargado de responsabilidades junto a jugadores que, como Hierro, Raúl o Figo, no tuvieron su mejor día.

Zidane vive sometido a un examen interno: debe probar que vale un Potosí y debe hacerlo ante sus propios compañeros. Metido en esta atmósfera delicada, entre pocos amigos y muchos extraños, es de esperar que le lleve un tiempo sentirse cómodo. Esto repercute en el campo, donde, según admite un técnico del club, 'a Zidane hay que encontrarle un lugar'.

La ubicación táctica del futbolista más caro de la historia no es un debate artificial para los técnicos del Madrid: 'Pero Zidane podría jugar en siete posiciones diferentes', señala el director general deportivo, Jorge Valdano. Y Vicente del Bosque, el entrenador, lejos de mostrarse angustiado, responde con un guiño de ironía cuando le preguntan por el supuesto berenjenal táctico: 'Tienen que jugar cuatro atrás, cuatro en medio y dos delante'.

Después de cinco partidos oficiales, Zidane no ha participado directamente en ninguna victoria. La estadística es perturbadora, puesto que implica que uno de los jugadores con mayor capacidad en el mundo para interpretar el juego y conducir un equipo no consigue mejorar la efectividad de un Madrid plagado de figuras. Dos derrotas en la Liga (Betis y Valencia), dos empates (Málaga en la Liga y Zaragoza en la Supercopa) y una victoria cuando ya estaba fuera del campo es el balance de su ficha. Sólo contra el Zaragoza, en la vuelta de la Supercopa (3-0), se impusieron los madridistas. Pero hasta el cambio de Zidane, en la segunda parte, el marcador mostró un infructuoso 0-0. Zidane vio los goles desde el banquillo. Tres tantos en los minutos 75, 79 y 86, ejecutados por Raúl después de sendas jugadas de Hierro y Figo. Por cierto, el portal del Madrid en Internet no subasta la camiseta que usó Raúl en aquel encuentro. El portal promociona la camiseta del flamante fichaje: '¡Consigue la primera camiseta que Zidane lució en el Bernabeú, la del triunfo en la Supercopa!'.

Denilson forcejea Zidane el pasado sábado en Sevilla.
Denilson forcejea Zidane el pasado sábado en Sevilla.GARCÍA CORDERO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_