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Crónica:Tercera jornada de la Primera División | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un Tote espléndido lleva al Valladolid a la victoria en Málaga

Sólo vale quitarse el sombrero ante Tote. Lo hizo todo bien: recibió, aguantó, se desmarcó. En definitiva, hizo bailar a los tres centrales del Málaga usando la inteligencia y la calidad. No le valió con provocar el penalti del primer gol. En vez de quedarse ahí, esperó a la prolongación, cuando la afición esperaba la remontada épica, para realizar una jugada perfecta de habilidad, potencia y paciencia con la que le dio los tres puntos a su equipo. El silencio majestuoso fue el resultado de su soberbio partido.

Tampoco es que el Málaga no hiciera méritos para ganar. Siempre anduvo a remolque en el marcador y tuvo enfrente a un bloque serio que esperó con paciencia, cerró huecos y supo acertar en el momento clave. En la primera mitad, el Málaga pagó la falta de acierto y se encontró con el gol en contra. Zárate y Sandro manejaron con soltura el partido y se movieron con facilidad entre los centrocampistas vallisoletanos. Pero el desacierto de los delanteros hizo que el Málaga no se encontrara el encuentro de cara. Después de muchos fallos llegó el gol en contra.

MÁLAGA 1| VALLADOLID 2

Málaga: Contreras; Gerardo, Bravo (Canabal, m. 72), Litos, Fernando Sanz, Iznata (Musampa, m. 53); Romero (Leko, m. 57), Zárate, Sandro; Darío Silva y Dely Valdés. Valladolid: Ricardo; Torres Gómez, Peña, Tena, Marcos; Riccheti, Lozano, Caminero (Fernando Sales, m. 22), Fernando; Tote y Turu Flores (Gaspar, m. 78). Goles: 0-1. M. 33. Fernando transforma un penalti de Litos a Tote. 1-1. M. 77. Canabal remata un balón al área cabeceado previamente por Dely Valdés. 1-2. M. 92. Tote, después de una magistral jugada personal. Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Gerardo, Litos, Romero, Darío Silva, Fernando Sanz, Peña, Lozano, Riccheti y Ricardo. Unos 14.000 espectadores en el estadio de La Rosaleda.

El Málaga optó por arriesgar en la segunda parte dejando a tres defensas y buscando más las bandas con Musampa. Mientras, Gerardo no encontraba la forma de entrar por la derecha. Los riesgos propiciaron sustos iniciales. Todos al ataque y numerosos huecos que fueron aprovechados por Tote y un incisivo Sales para sembrar dudas. Pero el Málaga fue cerrando esas fisuras y creando cada vez más peligro. Era cuestión de tiempo que el gol llegara y llegó.

El Málaga fue superior en juego y oportunidades. El único factor que impidió a los locales quedarse con los tres puntos fue el enorme desacierto de sus delanteros. Especialmente negado estuvo Darío Silva. En el desenlace del partido, incluso los tres delanteros se estorbaron. Si el Málaga no ganó fue porque su juego en la segunda parte estuvo marcado por arrebatos de heroicidad y en los metros finales no apareció la paciencia definitoria.

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