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Crónica:FERIA DE UTIEL | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un festival al estilo goyesco

Espartado se despidió de la Comunidad Valenciana en Utiel, una plaza que bien sabe de sus triunfos durante su época dorada. Por eso, porque aquí el sevillano es un ídolo, los utielanos le homenajearon tras el paseíllo entregándole numerosas placas de recuerdo, y también con muestras de cariño durante el transcurso del festejo. La corrida, además, era al estilo goyesco, y por comportamiento de toros, toreros y público, pareció más un festival que una corrida convencional.

Los toros de Victoriano del Río, a modo. Es decir, terciados y cómodos de pitones, algunos incluso de muy escasa entidad ofensiva. Con todo, fue corrida de buen nivel para los toreros. Se dejó torear, no presentó problemas y aunque se apagaron algo al final duraron lo suficiente como para ser exprimidos en el último tercio. El quinto fue el más sobresaliente, por su nobleza y recorrido, y, por el contrario, el sexto fue el único que planteó problemas.

Río / Espartaco, Joselito, Carrión

Toros de Victoriano del Río, terciados, poco ofensivos y nobles. Espartaco: estocada desprendida (oreja); tres pinchazos -aviso- y cuatro descabellos (ovación y saludos). Joselito: más de media baja (oreja); estocada algo desprendida (dos orejas). Manolo Carrión: pinchazo y estocada trasera (oreja); estocada (oreja). Plaza de Utiel, 9 de septiembre. 2ª corrida de feria. Media entrada.

De las dos faenas de Espartaco, la primera tuvo mejor concepto, estuvo mejor construida. El sevillano la montó sobre la derecha, pues por el izquierdo el toro era corto de recorrido. Faena que tuvo un colofón de aires espartaquistas. El cuarto fue el de menos fuerza, aunque también noble. En éste, Espartaco se esforzó y la primera parte de la faena tuvo temple, aunque tampoco se decidió en firme a coger la muleta con la izquierda. A este toro lo mató mal.

Las dos faenas de Joselito fueron de menos a más. Con el segundo, de los buenos el de menos clase, no acabó de encontrarse a gusto hasta bien entrada la faena. Había logrado muletazos sueltos, uno a uno, sin ligar. Faltaba remate a esa faena. Fue al final cuando, más centrado, redondeó la última serie.

El quinto fue el mejor de los de Victoriano del Río. Joselito, que anduvo muy bien con el capote toda la tarde, también cuajó al toro a partir de mitad de faena. Al principio faltó continuidad, que encontró definitivamente al echarse la muleta a la derecha y, sin ayuda del estoque, ligar las dos mejores series. El buen público utielano pidió el rabo de este toro para Joselito, pero como el presidente lo denegó se armó una bronca muy sonora.

Manolo Carrión volvió a torear tras casi seis meses sin hacerlo. Carrión no desentonó de las figuras. Con el jabonero tercero, el de mejor encornadura, estuvo a la altura que exigía la tarde. No pareció un torero con tan poco bagaje. Quizá le faltó algo de chispa, pero sobre todo con la mano derecha dejó sello de torero de calidad.

El sexto de la tarde le exigió más. No fue claro el toro, que anduvo siempre muy pendiente del torero. Carrión pasó algún apuro, pero mostró una firmeza muy loable.

De lo mejor de la actuación del diestro valenciano hay que anotar su toreo sobre la mano derecha al buen tercero. Hubo muletazos muy reunidos, cadenciosos y templados. Lo intentó también con la izquierda y, aunque algo envarado, también logró algunos naturales con clase.

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